miércoles, 25 de junio de 2014

¿Por qué muerde Luis Suárez a sus adversarios? conducta se enmarca dentro de una clara falta de control de impulsos agresivos"









"su conducta se enmarca dentro de una clara falta de control de impulsos agresivos"
Nadie se explica, en estos momentos, por qué el delantero uruguayo Luis Suárez, catalogado como uno de los mejores del mundo, vuelve a poner en riesgo su carrera por cuenta del acto antideportivo de morder a su adversario.
Si bien para todo el mundo su conducta es reprochable, lo más seguro es que el propio jugador no juzgue lo ocurrido de la misma manera; de hecho, ha mordido a más de un rival.
La explicación a esta manera de actuar hay que buscarla en las emociones y en la forma como funcionan las estructuras cerebrales de Suárez. Para empezar, hay que decir que su conducta se enmarca dentro de una clara falta de control de impulsos agresivos.
La de Suárez es una reacción impulsiva que esencialmente busca compensar la agresión del jugador sin ningún tipo de censura. No se trata, valga la claridad, de una enfermedad, sino de un trastorno de la personalidad.
El psiquiatra Germán Aguirre manifiesta que si bien este actuar molesta a la sociedad, no afecta al individuo, porque simplemente carece de la capacidad de autorreflexionar frente a este aspecto. Lo identifica como un comportamiento natural, que curiosamente no está presente en otros aspectos o ámbitos de su vida. Dicho de otro modo: fuera de los campos de juego y de los partidos es, aparentemente, capaz de controlarse.
Normalmente, ante situaciones de estrés o de alerta (y un partido de fútbol de las dimensiones de los vistos en un Mundial lo es), los jugadores reaccionan de manera impulsiva y tratan de defenderse. Esta defensa se genera en el sistema límbico, que maneja las emociones de manera primaria, es decir por debajo de la corteza cerebral, que al aportar racionalidad, frena los impulsos agresivos. Si se carece de este freno, pues las manifestaciones, en el caso de un partido, pueden ir desde los golpes hasta los mordiscos a los adversarios.
No se trata de una situación normal y se da generalmente en personas que han tenido dificultades en sus procesos de desarrollo durante los cuales han repetido esta conducta, hasta que se fija de manera automática.
El mundo civilizado está regido por la corteza cerebral, que es producto de la evolución y que genera frenos específicamente desde el lóbulo frontal a estas manifestaciones primitivas, lo cual permite a los seres humanos vivir en sociedad, respetando a los otros. Esto se aprende a partir de los vínculos afectivos y las relaciones con el entorno desde la niñez.
En conclusión, Luis Suárez presenta un impulso reflejo condicionado muy primitivo que le impide controlar sus reacciones. Por eso no se descarta que, pese al escándalo generado en el Mundial, el jugador vuelva a morder a otro, cuando en la cancha se presente alguna situación que el cerebro identifique como agresiva y frente a la cual su reacción será actuar de este modo.
El psiquiatra Jorge Forero es enfático en decir que Suárez claramente necesita tratamiento; éste se definirá después de un examen psiquiátrico y puede incluir medicamentos, psicoterapia o ambas cosas.
CARLOS F. FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO
Suárez puede dejar de morder, pero no le será fácil: psicólogos
El atacante Luis Suárez puede aprender a dejar de morder a sus rivales, pero no será un proceso fácil, dijeron psicólogos luego de que uruguayo mordiera en el hombro al defensor italiano Giorgio Chiellini durante su encuentro por el Grupo D del Mundial.
Suárez, dos veces sancionado previamente por morder, es investigado por la FIFA y podría ser sancionado con un período largo de suspensión
"Por lo que vi en el video, Suárez desquitó su frustración y su enojo en Chiellini porque le bloqueó el acceso a la pelota mordiéndolo de forma reactiva e impulsiva", dijo Eva Kimonis, profesora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia. 
"Es probable que no haya pensado en la gravedad de las consecuencias de sus actos, dada su historia violenta en el deporte, hasta que ya fue demasiado tarde", agregó.
Kimonis dijo que, aunque es una conducta normal en la infancia temprana, morder en la adultez es algo poco usual y podría ser una manifestación de un patrón amplio y de largo plazo de mal comportamiento, que implica otras formas de agresión, como golpes o gritos.
El controvertido Suárez fue sancionado el año pasado en la Liga Premier de Inglaterra con 10 partidos por morder en el brazo al defensa del Chelsea Branislav Ivanovic.
En el 2010, cuando jugaba para el Ajax holandés, había sido suspendido por siete encuentros por morder a Otman Bakkal, del PSV Eindhoven. "Para personas con agresión crónica, las terapias conductuales cognitivas pueden ser efectivas para ayudar a la persona a identificar mejor los momentos en los que están en un estado de ira o frustración", agregó Kimonis.
Para la doctora Corinne Reid, de la Escuela de Psicología y Ciencia del Ejercicio en la Universidad de Murdoch, en Australia, podría haber una dimensión más amplia en las acciones del deportista que necesitaría ser examinada.
"Sería importante revisar si él cree que su comportamiento se justifica o si es aceptable", dijo Reid. "Si así es, y si esa opinión tiene respaldo, pasivo o activo, por parte de sus compañeros de equipo o los entrenadores, entonces un cambio es poco probable", agregó Reid.
Tanto el capitán uruguayo Diego Lugano como el entrenador de la selección "charrúa", Oscar Tabárez, respaldaron al delantero. "Me parece que hay una animosidad evidente contra este futbolista", dijo Tabárez en la conferencia de prensa tras el partido y agregó que al jugador se lo está persiguiendo por hechos anteriores.
Consultado por periodistas uruguayos, Suárez, de 27 años, admitió que hubo contacto con el italiano, pero le restó importancia al asunto. "Son cosas que pasan en el área", declaró. Reid dijo que Suárez podía modificar su forma de reaccionar pero que no sería fácil. "No es rápido. Cambiar los hábitos de toda una vida toma compromiso, esfuerzo y persistencia, pero el impacto puede ser poderoso", señaló.
REUTERS