lunes, 17 de mayo de 2010

Cali El ‘bullying’ va al colegio





La intimidación escolar es una asignatura más para superar en los colegios hoy. Problema mundial.
Niños que son objeto de burla porque son amanerados. Otros que son rechazados por ser muy inteligentes. Otros porque no son los más hábiles en la cancha. Niñas cuya honra es degradada en internet por no aceptar a cierto chico. Ser gordo o flaco, tímido o muy popular, feo o bonito puede ser usado en contra por otro u otros compañeros, en lo que los psicólogos llaman intimidación escolar o ‘bullying’. Este en un fenómeno mundial creciente, que ya se siente en número y en severidad al interior de los colegios de Cali y del Valle. Melisa* fue víctima de agresión continuada de sus pares desde los 9 años, en tercer grado en un colegio privado del sur de Cali. “Como la niña era alérgica, el primer síntoma fue ser apodada ‘la mocosa’”, recuerda Liliana, su mamá. Esta administradora de empresas relata que todo el salón comenzó a mirarla con asco y repulsión y que los niños que ingresaban al colegio jugaban con ella los primeros ocho días, pero después no. “La niña es muy extrovertida, pero comenzó a relegarse, en teatro o en música hacía el papel más sencillo para no notarse y de muchos eventos se marginó, por temor a que se burlaran de ella”, dice. A la madre aún le duele que la psicóloga hizo “un papel mediocre”, se limitó a “llamarles la atención” a los niños y ni siquiera consideró cambiar a Melissa de salón. “En cuarto año todo empeoró. Las niñas la criticaban por todo, por su ropa, le decían que su lonchera era ‘asquerosa’ por llevar arepa, huevo, fruta y jugo natural y no mecato o sánduches”. A raíz de ello, Melissa comenzó a no comer. Si al almuerzo servían pescado, que a ella le gusta, le decían: “qué asco” y, para sentirse aceptada, ella decía lo mismo. “Aún así salía a los descansos sola, ninguna niña quería ser su amiga y sobresalía en el estudio, pero con ese sentimiento de ser rechazada”. Al pasar a quinto, Liliana exigió acciones como condición para no cambiarla de colegio. Una nueva psicóloga se comprometió a superar la situación. “Y mi propia hija me dijo: ‘Mamá, yo no quiero que me saque del colegio porque así van a quedar felices de que lograron lo que querían; además, quiero ganarme la medalla’”. “La niña que lideraba el ‘bullying’ contra Melissa le decía que jamás iba a conseguir novio porque era muy fea, que su pelo era horrible. Un día que se cayó, se burló de ella delante de todos y el grupo la ridiculizó también. Yo exigí hablar con los papás, no me lo permitieron, pero la psicóloga sí hizo sesiones con ellos, con las dos niñas y por separado”, recuerda la madre. La niña cambió de actitud y a Melissa una psicóloga particular le ayudó a recuperar su autoestima. “Pero mi hija ya estaba marcada y cuando ganó la medalla de conocimiento académico de primaria, sí aceptó que la cambiara. Ahora está en un colegio semiprivado y la veo feliz”. ¿Qué es? “La intimidación escolar son diversas formas de maltrato y violencia intencional y continuada, sea verbal, física, sexual o relacional o por medios electrónicos –la más usada hoy– que niños o adolescentes profieren a otros”, dice la psicóloga María Clara Cuevas, profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Javeriana de Cali. La investigadora estudia el fenómeno en el Valle desde el 2002 y destaca que el agresor tiene mayor poder físico, social (popularidad) o en edad y que estas conductas se hacen con la única intención de “someter, humillar, amenazar, asustar, excluir, discriminar, ridiculizar al otro y atentan contra la dignidad del victimizado”. Y el agredido calla y padece porque entre los chicos también opera la ley del silencio por temor a una mayor intimidación y a ser tachado de ‘sapo’. Hay quienes creen que se cayó en el extremo de que desde el más leve empujón o rayón en un cuaderno es catalogado como ‘bullying’. Pero entre jóvenes todo es motivo para molestar al otro. El chico cuyo aspecto físico denota una tendencia gay o la niña sometida a burlas por internet por ser extranjera. Un caso frecuente es el del alumno sujeto de desprecio porque es aplicado. “Es el que dice: si estudio gano el año, pero me quedo sin amigos”, explica la psicóloga Gloria Hurtado, quien ha detectado que el ‘bullying’ contra las niñas ataca su honra y su sexualidad, difundiendo por internet calificativos destructivos para una adolescente. Es que la forma de agresión psicológica más común entre las menores se presenta en la transición de la niñez a la pubertad. La más popular organiza el grupo para aislar a otra y no dejar que se relacionen con ella. Entre los varones son el juego brusco y la amenaza, equivalente a retarlos a ser el más fuerte. Su punto débil es por su aspecto y fortaleza físicas. Los casos extremos no están al otro lado del mundo. Como el niño de un colegio de Cali que intentó suicidarse porque no soportaba las burlas de sus compañeros por su amaneramiento. Con este panorama, los especialistas consideran que el ‘bullying’ no es un problema que atañe sólo a los papás, los profesores o los estudiantes, sino un problema de ciudad en todo el mundo, incluido Canadá, el país con mejor calidad de vida. Por ello es una preocupación de la sociedad, materia de investigación y otra asignatura más que los involucrados deben ganar. * Nombres cambiados para proteger la identidad de la niña. Estudios
  • El 35% de los estudiantes de Jamundí, Pradera, Candelaria y Sevilla han sido objeto de alguna forma de intimidación escolar por sus compañeros.

  • En Cali, en el 2009 la problemática afectó por igual a todo tipo de instituciones educativas, registrándose hasta quince casos en colegios privados y tres en los públicos, según la Policía Metropolitana.

  • Luego de los programas de sensibilización que adelantó la Policía Metropolitana en colegios de Cali, en el segundo semestre del 2009, los casos de ‘bullying’ disminuyeron en un 70%, dice la mayor Ana Lucía Tovar, ex coordinadora del Programa de Apadrinamiento de la Policía Metropolitana de Cali para la educación en el 2009.

    Hacer daño

  • La intimidación escolar es un problema multifactorial, en el que influyen el temperamento del niño, la crianza, el entorno familiar, el ambiente escolar y el contexto social donde crece. Se infringe para causar malestar o daño, dolor, sufrimiento o incomodidad:

  • Agresión física: el puño, la patada, la zancadilla, quitarle la lonchera o el dinero para las onces, el pupitre o dañárselo; robar o esconder los objetos de uso personal como el celular o romper los cuadernos o manchar los trabajos o las tareas del victimizado.

  • Social o relacional: es excluir, dejar de lado, ignorar al otro, hacer que “no se junten con ese niño”. Una forma camuflada son las exclusiones por la personalidad. El que no es tan socialmente hábil o de ritmo más lento para aprender es rechazado hasta de los trabajos en grupo porque creen que con él van a sacar mala nota.

  • Otras formas de rechazo son expandir rumores o chismes, sobre todo por las redes sociales de internet, la modalidad que más ha cobrado fuerza últimamente.

  • Verbal: el insulto, la burla, la carcajada, el apodo que hiere, la palabra soez.

  • Sexual: alusión despectiva a una conducta sexual, género o identidad sexual.

  • ‘Ciberbullying’: utilización de todas las tecnologías de hoy, desde celulares hasta Ipods, para expandir por las redes sociales rumores, chismes y hasta las filmaciones de las intimidaciones. Mejor prevenir que castigar/b> Cuando El País llamó al Colegio Bennett para conocer su programa de prevención acerca del ‘bullying’, en él estaban realizando la campaña pedagógica ‘Stop bullyng now’. Así, los alumnos más grandes que han estado en el proyecto de capacitación y sensibilización que adelanta el Bennett hace tres años construyen herramientas que exponen a los más pequeños para prevenir esta conducta. Hacen dramatizaciones, dinámicas, talleres y filminutos (grabaciones por celular) en las que exponen la situación y así comienzan a tomar conciencia de que eso no puede pasar en el colegio y que ningún niño puede ser hostilizado por otro y por ningún motivo”, dice Piedad Holguín Santacoloma, directora del departamento de Psicología del Bennett. Las dinámicas también son orientadas a que los niños puedan hablar, avisar, denunciar y pedir ayuda para que los adultos actúen y los eduquen al respecto. El programa tiene continuidad permanente, con seguimiento psicológico y educativo a los más expuestos a ser víctimas del ‘bullying’ y a aquellos que muestran tendencia a hostilizar, para evitar la intimidación antes de que ocurra. La psicóloga Holguín aconseja que para romper la cadena de burlas, discriminaciones, exclusiones, golpes y expresiones denigrantes del ‘ciberbullying’ hay que explicarles a todos los estamentos de la institución educativa la gravedad de las consecuencias para la víctima a nivel de su escolaridad y los trastornos en su desarrollo emocional. Por eso, el plan involucra a todos los estamentos: directivos, profesores, psicólogos, estudiantes, padres de familia, personal de transporte, de mantenimiento y encargado de supervisar los recreos. Otros centros educativos de la capital del Valle del Cauca con experiencias satisfactorias para controlar la problemática han sido el Santa Librada, el Antonio José Camacho, el Inem y el Celmira Bueno, de Chiminangos. Allí se realizaron las ‘Jornadas pedagógicas de la mano con la Policía’. En esas instituciones se hizo sensibilización con toda la comunidad educativa, pero se destaca el compromiso de los rectores, quienes se apersonaron del tema, lo asumieron como propio, se capacitaron para enfrentarlo y lo superaron con excelentes resultados de convivencia. Violencias Los especialistas consultados aceptan que no hay diferencias entre colegios privados y públicos frente al ‘bullying’. “Sólo hubo un nivel superior de violencia física y algún uso de armas en colegios públicos, pero en los privados predominaba la violencia psicológica, pero no necesariamente ocurre así en todos los colegios”, aclara la psicóloga María Clara Cuevas. El fenómeno tiene sus grados de violencia. “No es lo mismo empujar al otro a que lo esperen en el parqueadero cinco compañeros, lo cojan a golpes y lo filmen y envíen los correos a los demás o que pongan a una niña en Facebook denigrando de ella”, dice la psicóloga Cuevas, quien realizó un estudio con dos mil jóvenes de colegios del Valle.
  • www.elpais.com.co/paisonline/calionline/notas/Mayo172010/3intimi.html