viernes, 10 de julio de 2020

¿Por qué el comportamiento de los caleños durante la cuarentena?


Una médica familiar y sexóloga y un psiquiatra explican comportamientos que han tenido los caleños.
Las escenas de personas ‘pilladas’ en moteles o en el río de Cali en plena cuarentena han causado sus debates, pero estas situaciones tienen explicaciones desde la ciencia.
También los videos o fotos eróticas y las fiestas que se celebran en algunos sectores de la capital del Valle tienen un porqué que va más allá de ser un asunto de “irresponsables” que no respetan el aislamiento establecido por el Gobierno Nacional para contener la propagación del covid-19, que en el Valle del Cauca dejaba hasta el cierre de esta edición 13.389 casos positivos históricos y más de 500 personas fallecidas.EL TIEMPO habló con la médica familiar y sexóloga Liliana Arias Castillo y el psiquiatra Gerardo Campo Cabal en busca de las razones de la “indisciplina” de los caleños.
La médica Arias advirtió que la pandemia tomó al mundo por sorpresa y, por lo tanto, con poca preparación. En países en vía de desarrollo como Colombia, que tiene un bajo ingreso per cápita, cada persona ha asumido la coyuntura de acuerdo con sus propios recursos, recursos no solamente económicos.
Arias, quien es Vicerrectora Académica de la Universidad del Valle, explicó que ante los efectos económicos de la pandemia, como el cierre de empresas, que conlleva la pérdida de empleos, ninguna persona estaba preparada y esto fue un golpe durísimo.
“En primer lugar, es un suceso inesperado que genera por si mismo mucha incertidumbre. Usualmente, ante las noticias catastróficas, uno hace unas etapas de duelo, pero esto ha llevado a que las personas tengan que hacer unos procesos muy rápidos para adaptarse y en todo ese camino encuentran una serie exigencias, cambios, necesidad de tomar decisiones, y cuando creen que van a salir de la cuarentena, esta se prolonga más”, explicó Arias.
El psiquiatra Campo coincide con Arias en que la incertidumbre del tiempo en que las personas deben tratar de permanecer encerradas es una de las situaciones más complicadas, más cuando se dejan de generar ingresos. “Eso va generando desazón, impotencia. Fácilmente se comprende que aparezcan rabia y una conducta de no acatamiento creciente al aislamiento, sin olvidar que sí hay un elemento claro de indisciplina”, señaló Campo, quien agrega que muchas personas desestiman la gravedad del virus.
En el caso de los moteles, Arias comentó que la sexualidad, en general, se ha mantenido igual en todos los continentes en tiempos del covid-19. “La gente sigue ejerciendo su sexualidad porque precisamente cuando la persona tiene un orgasmo, una relación sexual satisfactoria, libera sustancias que son los opiáceos naturales, como la endorfina, oxitocina, dopamina que son neurotransmisores que lo que hacen esencialmente es dar felicidad, placidez, bienestar, hasta puede dormir mejor”, dijo.
La experta en educación y terapia sexual refirió que años atrás Univalle realizó estudios sociológicos y se concluyó que el mayor índice de ocupación de los moteles los fines de semana era representado no por parejas de novios, sino por parejas establecidas, que buscaban más espacio del que tienen en sus viviendas. Esa necesidad de las parejas de esposos es más apremiante ahora cuando en la casa, todo el tiempo, están los hijos, los abuelos, y no existen las comodidades para tener sexo.
Para Arias y Campo, la “indisciplina” de Cali es multifactorial y no se debe solo a la idiosincrasia, el clima cálido o los gustos musicales de los habitantes de la ciudad, sería una explicación simple.