sábado, 30 de octubre de 2010

Preocupante aumento de enfermedades cognitivas Riesgo en los Niños

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El deterioro cognitivo, alteración de las funciones cognitivas superiores como la memoria, orientación, percepción, comprensión, pensamiento, juicio, cálculo y comunicación pueden afectarse por problemas orgánicos o funcionales que genera discapacidad. Proteja a sus hijos. Unidad Investigativa.


Las enfermedades cognitvas se caracterizan por presentar un proceso degenerativo del sistema nervioso central, ocasionando pérdida global de las capacidades intelectuales adquiridas. En los niños la causa es generalmente orgánica, degenerando el sistema nervioso central. Hay dos clases. La demencia, adquirida en alguna etapa de la vida, y el retraso mental, que es de nacimiento.

Adicionalmente, un coeficiente intelectual por debajo del promedio normal, suele manifestarse durante el período de desarrollo, produciendo retardos de tipo clínico. También existen retardos mentales culturales o familiares, pero no tienen patologías demostrables del Sistema Nervioso Central. Entienda esta problemática que cada día ataca más a la infancia en el país.

La prevención está en sus manos

La asfixia fetal es otra de las causas más comunes de lesión cerebral en el recién nacido, debido a la alteración del intercambio gaseoso entre la madre y el feto, base para la asfixia fetal que puede ocurrir antes o durante el parto. La habilidad del feto para resistir el rigor del trabajo de parto depende del cuidado alimenticio, físico y emocional de la madre, así como de la buena salud de la criatura. De producirse una lesión, la consecuencia puede ser una encefalopatía neonatal transitoria o complicaciones neurológicas a largo plazo como epilepsia, alteración cognitiva y parálisis cerebral.

La parálisis cerebral se refiere a varios trastornos del movimiento y la postura, que se deben a una anomalía no progresiva del cerebro inmaduro, que se origina durante el periodo prenatal, peri natal o postnatal, con deficiencias asociadas que pueden incluir déficit de atención y visión, convulsiones, retardo mental, discapacidad de aprendizaje y problemas de alimentación, lenguaje y conducta.

Los factores causales durante el primer trimestre del embarazo pueden ser exposición a drogas teratógenas o infección intrauterina. No obstante, no se han establecido etiologías definidas para la mayoría de los casos de Parálisis Cerebral que se consideran de origen prenatal. Algunos estudios recientes de Salud Pública confirman que fuertes predicciones de la Parálisis Cerebral son anomalías congénitas y bajo peso al nacer que se relacionan a factores prenatales y asfixia perinatal.

Mucho ojo a las causas (Recuadro)
Se diferencian varios tipos de causas entre las cuales están las prenatales y postnatales.
Prenatales:
Nutrición pobre de la madre.
Infección materna aguda.
Incompatibilidad sanguínea.
Anoxia.
Radiaciones.
Drogas.
Prematurez.
Salud Mental Materna.
Postnatales:
Procesos infecciosos (viruela, sarampión).
Encefalitis infecciosa.
Encefalitis por plomo.
Estatus nutricional.
Accidentes.
Estadísticas que preocupan
Más de 102 mil mujeres (58,9%) y 71 mil hombres (41,1%) padecen enfermedades cognitivas solo en la capital del país. Según las estadísticas del DANE, las niñas están en más alto índice de enfermedades que los niños, debido a complicaciones del sistema nervioso central.

Trastornos de Cuidado

Torpeza de movimientos: Son movimientos pobres y dificultad en su realización. Paratonía: El niño no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria; incluso en vez de relajarlos, los contrae exageradamente. Este rasgo es el más característico de este trastorno.

Sincinesias: Son movimientos que se realizan de forma involuntaria al contraerse un grupo muscular: mientras el niño escribe, saca la punta de la lengua o mueve alguna otra extremidad de manera involuntaria. Tiene que ver con una cierta inmadurez sobre el control del tono.

Inestabilidad motriz: El niño con inestabilidad motriz es incapaz de inhibir sus movimientos, así como la emotividad que va ligada a éstos. Es incapaz de mantener un esfuerzo de forma constante; se muestra muy disperso. Suele tratarse de un niño problemático y mal adaptado escolarmente.

Inhibición Motriz: El niño inhibido motrizmente suele mostrarse tenso y pasivo. Muestra como un temor a la relación con el otro, a la desaprobación, y ello le hace "no hacer", "inhibir" lo que serían los amplios movimientos corporales que le harían ser demasiado "visible".

Apraxia: El niño que presenta una apraxia conoce el movimiento que ha de hacer, pero no es capaz de realizarlo correctamente. Se trata de un trastorno motor y neurológico.

Trastornos Cognitivos:
Existe una gran cantidad de trastornos del desarrollo cognitivo, los cuales se pueden manifestar tanto en la primera infancia como en una etapa posterior, abordaremos los más frecuentes.

Trastornos Fóbicos: El niño "con fobias" siente un miedo irracional y desproporcionado respecto a un objeto o situación real que se lo provoca; él lo vive como una "auténtica" amenaza, de ahí la angustia y el pánico que le suscita. Como resultado de ello, intenta "evitar sistemáticamente" esa situación: es, en ese momento, cuando la situación de miedo pasa a ser fóbica (esa es su estrategia, "evitar"). Aunque el niño reconoce que ese miedo que siente es excesivo, no puede controlar su reacción. El grado de incapacitación que ese miedo provoca en el niño es lo que marcará la gravedad de ese trastorno fóbico.

Fobia escolar:
Es el tipo de fobia más frecuente en niños. Suele reaccionar mediante molestias físicas tales como cefaleas, dolores abdominales, incluso vómitos, con el fin de evitar la asistencia a la escuela. Suele suplicar a los padres que no le lleven a la escuela, que acudirá sin falta más tarde o al día siguiente; pero se repite la misma situación. En el momento de la crisis, el niño no razona ante nada.

Depresión:
Si aparece de forma clara, el niño se muestra: apático, sin interés por cosas que antes le atraían, triste sin causa aparente, su capacidad de disfrute (de encontrar placer) está disminuida con ansiedad y agitación, muy irritable, con el sueño alterado (insomnio por la noche y, a veces, hipersomnia durante el día), muy fatigado, sin energía (sobre todo, por la mañana), se alteran sus hábitos alimenticios (generalmente, hay pérdida del apetito, pero también se da el caso opuesto), con dificultades de concentración, afectándose su rendimiento escolar, en su pensamiento está muy presente el tema de la muerte, puede manifestar frases negativas sobre sí mismo.

Psicosis Infantil:
El niño psicótico se comporta, permanentemente, de forma "estrafalaria" y desconcertante. Las conductas propias de una psicosis pueden describirse como: Aislamiento, presenta una clara falta de comunicación respecto al entorno, se observa una falta de contacto ocular, hay ausencia de sonrisa, ausencia del miedo frente a personas o situaciones extrañas. Rechaza, generalmente, el contacto físico. Retraso en el control de los esfínteres.

Esquizofrenia infantil:
El niño presenta la pérdida de juicio crítico de la realidad es decir la incapacidad para diferenciar lo real de lo ilusorio. Se presentan alucinaciones, ensalada de palabras, distorsiones cognitivas.

Estrés Infantil:
Es una respuesta a cualquier situación o factor que crea un cambio emocional o físico negativo o cambios de los dos tipos (la situación más típica). El estrés puede afectar la manera en que los niños piensan, actúan y sienten. En la mayoría de los casos, el estrés experimentado por un niño puede parecer insignificante para los adultos, pero como los niños tienen pocas experiencias previas de las cuales aprender, incluso las situaciones que exigen cambios pequeños pueden tener un impacto enorme en los sentimientos de seguridad y confianza del niño.

Retraso específico del lenguaje:
Es un trastorno específico del desarrollo en el que la comprensión del lenguaje por parte del niño es inferior al nivel adecuado a su edad mental. Suele ser relativamente frecuente que en este tipo de retrasos exista un deterioro notable de la expresión del lenguaje, así como alteraciones en la pronunciación de los fonemas. Por regla general son niños que inician el lenguaje a una edad tardía, en torno a los 3 años.

Tartamudez:
La tartamudez, también llamada balbuceo o habla no fluida, es un trastorno del habla. Es diferente de la repetición normal de palabras que los niños pueden exhibir cuando están aprendiendo a hablar. La tartamudez normal del desarrollo puede aparecer cuando el niño tiene entre 18 meses y 5 años de edad, y puede consistir en la repetición de palabras o frases, la pronunciación incorrecta u omisión de palabras o sonidos y el uso de algunas palabras difíciles de reconocer. La tartamudez verdadera puede presentarse en un niño que padece determinados problemas del habla, propios del desarrollo normal, a quien se lo presiona para que hable mejor. El niño se vuelve entonces consciente de su desempeño y se esfuerza por hablar mejor, lo que en realidad empeora su forma de hablar.

¿Sobreprotección, o independencia?



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La sobreprotección es una conducta obsesiva de los padres hacia los hijos, que en lugar de ayudarles, les ocasiona dificultades en su personalidad, como el miedo a ser independientes, y a tener que enfrentar situaciones de riesgo o de dolor. Por ello los padres deben saber hasta qué punto pueden influenciar en ellos; cuándo les deben prestar ayuda, y cuándo los deben dejar tomar sus propias decisiones, y enfrentarse a los retos del mundo, con el riesgo que ésto conlleva.


Para los especialistas, un niño sobreprotegido es tímido, inseguro, ansioso, busca la protección de quienes lo rodean, llora intensamente, es nervioso y tiende a aislarse, porque para él es difícil relacionarse con otros niños de su misma edad; pocas veces asume la responsabilidad de sus actos, porque está acostumbrado a que sus padres lo hagan por él, y como si fuera poco, carece de defensas inmunológicas, lo que le puede provocar además, serios impactos físicos. Sin embargo, el colegio juega un papel muy importante, porque es allí donde adquiere confianza para enfrentarse a la vida.

De acuerdo con la pediatra Lina María Orozco, los padres sobreprotectores limitan la exploración del mundo de su hijo, transmitiéndole inseguridades. “Durante la adolescencia, debido a su frustración, se vuelven rebeldes. Y al llegar a la adultez, como una forma de esconder de los demás el temor a lo inesperado, enfrentan sus frustraciones con mal carácter. Según ella, en las relaciones de pareja son celosos, y en el campo laboral, el temor y la inseguridad a ser criticados, los perjudica en su desempeño”.

“Por eso es necesario que desde niños, ellos mismos exploren su ambiente, para que aprendan a ser seguros, y se les debe permitir interactuar con el mundo que los rodea, e estimularlos para que investiguen”.

Fomentar la independencia

La especialista también recomienda que “Los padres deben encontrar el equilibrio entre brindar a sus hijos una mayor capacidad para valerse por sí mismos, y un control para evitar los peligros que los acechan, sin imponerles sus opiniones, y permitiéndoles mostrar sus puntos de vista, incluso aunque sean contrarios a los suyos”.

“La libertad se les debe otorgar poco a poco, de acuerdo con su grado de madurez y de responsabilidad, siempre que demuestren ser merecedores de esa independencia. La clave está en analizar las circunstancias, las razones y las consecuencias”, concluye la doctora Orozco.

Recomendaciones para fomentarles desde pequeños, la independencia

• Motivarlos y enseñarles a realizar las cosas por sí mismos.
• Permitirles que elijan su ropa.
• Exigirles colaboración en las tareas del hogar
• Pedirles ideas para solucionar los problemas.
• Dejarlos cometer errores y tener frustraciones
• Permitirles interactuar con sus amigos y otros familiares, fuera del ambiente familiar.
• Motivarlos a realizar actividades desconocidas para ellos.
• Dedicarles tiempo para que desarrollen destrezas motoras como los deportes, la gimnasia, y el baile.
• Dejarlos que solucionen los problemas con sus amigos por sí solos.
• Enfrentarlos a la naturaleza sin ayuda externas, como las comodidades y la tecnología.
• Enseñarles a que tomen iniciativas y enfrenten las consecuencias.