sábado, 5 de febrero de 2011

Neuropsicología



La neuropsicología es una disciplina fundamentalmente clínica, que converge entre la psicologíay la neurología y que estudia los efectos que una lesión, daño o funcionamiento anómalo en las estructuras del sistema nervioso centralcausa sobre los procesos cognitivos, psicológicos, emocionales y del comportamientoindividual. Estos efectos o déficits pueden estar provocados por traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebro vasculares o ictus, tumores cerebrales, enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, esclerosis múltiple, Parkinson, etc.) o enfermedades del desarrollo (epilepsia, parálisis cerebral, trastorno por déficit de atención/hiperactividad, etc.).

Existen diversos enfoques de esta ciencia, de forma que cabe distinguir la neuropsicología clásica, la cognitiva y la dinámica integral.

La neuropsicología es una rama de especialización que se puede alcanzar después de los estudios universitarios de grado; así, un neuropsicología es un psicólogo o médico (psiquiatra o neurólogo exclusivamente), todos especializados en el área, quien se desempeña en ambientes académicos, clínicos, y de investigación, pudiendo evaluar el daño cerebral de una personacon el fin de detectar las zonas anatómicas y las funcionescognitivas afectadas para ser encauzadas en un programa de rehabilitación neuropsicológica.

La neuropsicología es una disciplina fundamentalmente clínica, que converge entre la psicología y la neurología y que estudia los efectos que una lesión, daño o funcionamiento anómalo en las estructuras del sistema nerviosocentral causa sobre los procesos cognitivos, psicológicos, emocionales y del comportamiento individual. Estos efectos o déficits pueden estar provocados por traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebro vasculares o ictus, tumores cerebrales, enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, esclerosis múltiple, Parkinson, etc.) o enfermedades del desarrollo (epilepsia, parálisis cerebral, trastorno por déficit de atención/hiperactividad, etc.).

Existen diversos enfoques de esta ciencia, de forma que cabe distinguir la neuropsicología clásica, la cognitiva y la dinámica integral..

Historia
La neuropsicología tiene su origen en los trabajos de varios psicólogos y médicos en los siglos XIX y XX.

HISTORIA DE LA NEUROPSICOLONGÍA El estudio de la neuropsicología se remonta a épocas antiguas, donde a raíz del interéspor entender todo lo referente a la actividad cognoscitiva, comenzaron a formular las primeras hipótesislas cuales partían del razonamiento producto de la observación y la experimentación. A lo largo de la historiahasta la presente fecha son muchas las contribuciones que permitieron la consolidación de la neuropsicología como una ciencia.

Para lograr una mayor comprensión del desarrollo histórico de la neuropsicología la dividiré en 4 partes que son: 1. Periodo preclásico, 2. Periodo clásico, 3. Periodo moderno y 4. Periodo contemporáneo.

PERIODO PRECLÁSICO (HASTA 1861) Desde épocas remotas el hombresiempre se ha cuestionado sobre la ubicación de la mente, es en Greciadonde se dieron inicio a los primeros planteamientos, la primer tesis fue planteada por Alemeón de Crotona (s: VI A.C), pero 100 años después es Hipócrates quien reelabora los planteamientos de Alemeón y los plantea en El Corpus donde se encuentran los primeros registrossobre el papel del cerebro y las alteraciones cognitivas (alrededor de 400 a.C9), Hipócrates menciona dos tipos de alteraciones. Los áfonos y los anaudos, como subtipos de pérdida del lenguaje. Los autores griegos se centraron en localizar la funciónprincipal de la mente humana (egemonikón) y producto de ello, surgieron muchas teoríascomo la de Teodereto de Ciro quien en su obra De natura hominis hace una excelente exposiciónde los hechos: "quanta inter eos controversia es in collocanda principalía animae vi, facile est videre" (es fácil comprobar la existencia de numerosas controversias entre ellos respecto a la localización del alama principal) (Ciro). Entre tantos planteamientos se puede concluir que existen dos localizaciones principales para la mente, la primera es el corazón, el cual se ve representado por la tesis de Aristóteles, Hipócrates y los estoicos, y el segundo es el cerebro, según la propuesta de Platón, Pitágoras y Alameón de Crotona.
A principiosdel siglo XIX, Bichat, discípulo de Pinel y autor decisivo en la creación del modeloanatamoclínico, escribe en su obra Recherches physiologiques sur la vie et la mort: "El cerebro es seguramente la sede de la inteligencia, pero no lo es de las pasiones" (Bichat, 1962). Galeno (129-201) plantea su tesis retomando los planteamientos de Aristótelesy los estoicos, los cuales critica y prefiere seguir lo planteado por Platón. De esta forma sitúa en el cerebro las funciones psíquicas fundamentales (entendimiento, memoria, imaginación, sensibilidad y voluntad), en el corazón, las pasiones o "apetito irascible" y en el hígado "el concupiscible). Durante los siglos XV –XIX se publicaron diversos informessobre patologías del lenguaje, como: Antonio Guaneiro (s. XV), habla de dos pacientes afásicos, uno con parafasia y el otro con afasia no fluida. Gerolamo Mercuriale (s XVII), realiza la primera descripciónde un caso de alexia sin agrafia. Joham Schmit y Peter Schmit (s. (XVII), hablan de varios pacientes afásicos con diferentes sintomatologías, incluyendo la incapacidad para denominar y repetir. En el siglo XVIII se conoce sobre diferentes trastorno cognoscitivos, especialmente los verbales: anomia y jerga (Gesner9, agrafia (Linné), capacidad para cantar (Dalin) e incluso disociación en la capacidad de leer diferentes idiomas (Gesner).

Alcmeón de Crotona (s. VI a. n. e.) fue un médico pitagórico cuya investigación se centró en el origen y procesode las sensaciones, siendo de su creación la tabla pitagórica de las oposiciones (dulce/amargo, blanco/negro, grande/pequeño), que ponía en relación sensaciones, colores y magnitudes. Otra de sus contribuciones fue la elaboración de una teoría que suponía el alma inmortal y en continuo movimientocircular. Alcmeón atribuyó la tenencia de alma tanto a los hombres como a los astros, e identificó la armonía con una leyuniversal.

Aportes de Galeno a la medicina
•Demostró cómo diversos músculos son controlados por la médula espinal.
•Identificó siete pares de nervios craneales.
•Demostró que es el cerebro el órgano encargado de controlar la voz.
•Demostró las funciones del riñón y de la vejiga.
•Demostró que por las arterias circula sangre, y no aire (como pensaban Erasístrato y Herófilo).
•Descubrió diferencias estructurales entre venas y arterias.
•Describió las válvulasdel corazón.
•Describió diversas enfermedades infecciosas (como la peste de los años 165-170) y su propagación.
•Dio gran importancia a los métodosde conservación y preparación de fármacos, base de la actual farmacia galénica.
•Su tratado Sobre el diagnósticode los sueños (De Dignotione ex Insomnis Libellis, en latín) describe los sueños (es decir, las ensoñaciones) y afirma que éstos pueden ser un reflejo de los padecimientos del cuerpo.2
El estudio de la afasia
Hacia mediados del siglo XIX, el antropólogo francés Pierre Paul Broca (1824-1880) se hizo famoso por declarar en 1861 la localización del centro del lenguaje, conocido hoy en día como "Área de Broca" y ubicado en la tercera circunvolución frontal del hemisferio izquierdo. Este descubrimiento fue vital para establecer una clasificación de uno de los síndromes neuropsicológicos por excelencia: la afasia.

En la afasia de Broca fundamentalmente está alterada la fluencia expresiva; permaneciendo la comprensión fundamentalmente preservada.

Es menos conocido que ya en 1836, (y por tanto 30 años antes que Broca), el médico francés Marc Dax había descrito un caso de parálisis derecha asociada a afasia, que él relacionó con un daño cerebral por ACV en el hemisferio izquierdo. Sin embargo, a Marc Dax nunca se le reconoció su gran descubrimiento.

En 1874 el médico alemán Carl Wernicke (1848-1905) describe el síndrome afásico que lleva su nombre (síndrome de Wernicke) y que es parcialmente opuesto al descrito por Broca.

La afasia de Wernicke se da por una lesión temporal-parietal izquierda. En ella, la comprensión es lo más alterado, siendo la fluencia normal. Sin embargo el contenido del lenguaje de estos pacientes también está alterado en la forma que a veces se ha denomidado "ensalada de palabras" (las palabras están bien pronunciadas pero su contenido solo se ajusta parcialmente a la gramática y objetivo comunicativo del sujeto).

Este mismo autor describió por primera vez la encefalopatía que lleva su nombre (síndrome de Korsakoff), debida a un déficit de tiamina y caracterizada por un síndrome confusional y amnesia.

Gall y la frenología

Un precursor de las ideas de Broca fue Franz Joseph Gall (1758-1828); creador de la frenología en 1802. La frenología consideraba que existían funciones mentales con una localización diferenciada en el cerebro. Aunque esta disciplinaestá considerada actualmente una pseudociencia porque su clasificación y localización de las funciones mentales no se basaba en ningún tipo de evidencia científica, el auge que vivió en el siglo XIX preparó el camino a las teorías de Broca.El debate entre localizacionismo y funcionalismo

Un científico muy crítico con las ideas de la frenología fue Marie-Jean Pierre Flourens (1794-1867). Este fisiólogo francés creía que era imposible localizar las funciones cerebrales con precisión, ya que las diferentes estructuras cerebrales interactuaban entre sí creando sistemas funcionales.

Un contemporáneo de Wernicke tomó el relevo como defensor del funcionalismo. John Hughlings Jackson (1835-1911), un médico inglés, fue muy crítico con los aportes de Broca y Wernicke; negando la posibilidad de que se pudiesen encontrar localizaciones neurológicas específicas para el lenguaje; por considerar a esta una capacidad demasiado compleja.

El debate que iniciaron Gall y Flourens y continuó Jackson entre localizacionismo y funcionalismo ha perdurado hasta el siglo XXI, y aun ahora forma parte de la neuropsicología actual

Luria, padre de la neuropsicología actual
Más tarde, recién entrado el siglo XX, el psicólogo y médico ruso Alexander Romanovich Luria (1902-1977) perfeccionó diversas técnicaspara estudiar el comportamientode personas con lesiones del sistema nervioso, y completó una batería de pruebas psicológicas diseñadas para establecer las afecciones en los procesos psicológicos: atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, praxias (ver apraxia), gnosias (ver agnosia), cálculo, etc. La aplicación de esta extensa batería podía darle al neurólogo una clara idea de la ubicación y extensión de la lesión, y al mismo tiempo, al psicólogo le proporcionaba un reporte detallado de las dificultades cognoscitivas del paciente. Desgraciadamente, la separación que se vivió durante la guerra fríaentre los regímenes liberal y comunista, así como que sus escritos estuvieran en ruso, dificultaron la llegada de sus ideas al mundo occidental.

Las guerrasmundiales y el estudio de pacientes neurológicos
A través de la guerra, el siglo XX proporcionó a la medicina y a la psicología oportunidades trágicas, pero importantes, para estudiar la función cerebral. La observación y medicióndel comportamiento de los pacientes con diversos traumatismos sufridos durante el combate permitió establecer las áreas del cerebro que se ocupan de las diversas manifestaciones conductuales. Las heridas de guerra, normalmente por bala o metralla tenían la "ventaja" científica de ser localizadas a una única zona cerebral. Esto permitía estudiar con una precisión imposible hasta ese momento la relación entre localización y función. También se utilizó el método lesional con animales, produciendo daños de forma experimental para observar los cambios en el comportamiento y establecer paralelos con los seres humanos.

Actualidad

La neuropsicología se vale hoy en día de métodos experimentales, de la observación clínica, y se puede apoyar de los estudios de imágenes del cerebro (TAC, RMN, PET, SPECT, IRMf, flujo sanguíneo relativo, etc.) y de las ciencias cognoscitivas para diseñar esquemas de funcionamiento y de rehabilitación de las funciones dañadas o perdidas, basados en las funciones preservadas./

Las pruebas neuropsicológicas
Mucho del trabajoclínico se sigue haciendo con pruebas neuropsicológicas. Hoy en día hay varias evoluciones del trabajo de Luria, en forma de baterías y pruebas neuropsicológicas como:

•batería Halstead-Reitan

•Programa Integrado de Exploración Neuropsicológica, conocido como test Barcelona.

•batería Luria-Christensen

•batería Luria-Nebraska

•K-ABC

Estos instrumentos exploran con profundidad las diversas funciones cognitivas y rinden un informe del estado en que se encuentran.

Cuando es aplicada por estudiantes:

La prueba neuropsicologica a aplicar al paciente permite al estudiante poner en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo del desarrollode su estudio y así mismo amplia su capacidad de consulta e investigación de los diversos temas inherentes a su trabajo investigativo logrando así un mayor nivel de competenciaen la formación profesional, destresa en construir en conocimiento científico, además le permitirá al estudiante aplicar correctamente las diferentes pruebas neuropsicologicas que permitan dar un diagnostico claro y bien fundamentado sobre los diversos trastornos que puedan afectar al ser humano.

Alcmeón de Crotona (s. VI a. n. e.) fue un médico pitagórico cuya investigación se centró en el origen y proceso de las sensaciones, siendo de su creación la tabla pitagórica de las oposiciones (dulce/amargo, blanco/negro, grande/pequeño), que ponía en relación sensaciones, colores y magnitudes. Otra de sus contribuciones fue la elaboración de una teoría que suponía el alma inmortal y en continuo movimiento circular. Alcmeón atribuyó la tenencia de alma tanto a los hombres como a los astros, e identificó la armonía con una ley universal.

Aportes de Galeno a la medicina
•Demostró cómo diversos músculos son controlados por la médula espinal.
•Identificó siete pares de nervios craneales.
•Demostró que es el cerebro el órgano encargado de controlar la voz.
•Demostró las funciones del riñón y de la vejiga.
•Demostró que por las arterias circula sangre, y no aire (como pensaban Erasístrato y Herófilo).
•Descubrió diferencias estructurales entre venas y arterias.
•Describió las válvulas del corazón.
•Describió diversas enfermedades infecciosas (como la peste de los años 165-170) y su propagación.
•Dio gran importancia a los métodos de conservación y preparación de fármacos, base de la actual farmacia galénica.
•Su tratado Sobre el diagnóstico de los sueños (De Dignotione ex Insomnis Libellis, en latín) describe los sueños (es decir, las ensoñaciones) y afirma que éstos pueden ser un reflejo de los padecimientos del cuerpo.

cualquier inquietud escribirle al autor del documento:
Autor:
Justina Callupe León

justinaal_09[arroba]hotmail.com
www.monografias.com/trabajos82/neuropsicologia/neuropsicologia.shtml

sábado, 30 de octubre de 2010

Preocupante aumento de enfermedades cognitivas Riesgo en los Niños

webmira.netfirms.com/periodicomira.com/index.php?option=com_content&view=article&id=4524:preocupante-aumento-de-enfermedades-cognitivas-riesgo-en-los-ninos&catid=521:informe-especial


El deterioro cognitivo, alteración de las funciones cognitivas superiores como la memoria, orientación, percepción, comprensión, pensamiento, juicio, cálculo y comunicación pueden afectarse por problemas orgánicos o funcionales que genera discapacidad. Proteja a sus hijos. Unidad Investigativa.


Las enfermedades cognitvas se caracterizan por presentar un proceso degenerativo del sistema nervioso central, ocasionando pérdida global de las capacidades intelectuales adquiridas. En los niños la causa es generalmente orgánica, degenerando el sistema nervioso central. Hay dos clases. La demencia, adquirida en alguna etapa de la vida, y el retraso mental, que es de nacimiento.

Adicionalmente, un coeficiente intelectual por debajo del promedio normal, suele manifestarse durante el período de desarrollo, produciendo retardos de tipo clínico. También existen retardos mentales culturales o familiares, pero no tienen patologías demostrables del Sistema Nervioso Central. Entienda esta problemática que cada día ataca más a la infancia en el país.

La prevención está en sus manos

La asfixia fetal es otra de las causas más comunes de lesión cerebral en el recién nacido, debido a la alteración del intercambio gaseoso entre la madre y el feto, base para la asfixia fetal que puede ocurrir antes o durante el parto. La habilidad del feto para resistir el rigor del trabajo de parto depende del cuidado alimenticio, físico y emocional de la madre, así como de la buena salud de la criatura. De producirse una lesión, la consecuencia puede ser una encefalopatía neonatal transitoria o complicaciones neurológicas a largo plazo como epilepsia, alteración cognitiva y parálisis cerebral.

La parálisis cerebral se refiere a varios trastornos del movimiento y la postura, que se deben a una anomalía no progresiva del cerebro inmaduro, que se origina durante el periodo prenatal, peri natal o postnatal, con deficiencias asociadas que pueden incluir déficit de atención y visión, convulsiones, retardo mental, discapacidad de aprendizaje y problemas de alimentación, lenguaje y conducta.

Los factores causales durante el primer trimestre del embarazo pueden ser exposición a drogas teratógenas o infección intrauterina. No obstante, no se han establecido etiologías definidas para la mayoría de los casos de Parálisis Cerebral que se consideran de origen prenatal. Algunos estudios recientes de Salud Pública confirman que fuertes predicciones de la Parálisis Cerebral son anomalías congénitas y bajo peso al nacer que se relacionan a factores prenatales y asfixia perinatal.

Mucho ojo a las causas (Recuadro)
Se diferencian varios tipos de causas entre las cuales están las prenatales y postnatales.
Prenatales:
Nutrición pobre de la madre.
Infección materna aguda.
Incompatibilidad sanguínea.
Anoxia.
Radiaciones.
Drogas.
Prematurez.
Salud Mental Materna.
Postnatales:
Procesos infecciosos (viruela, sarampión).
Encefalitis infecciosa.
Encefalitis por plomo.
Estatus nutricional.
Accidentes.
Estadísticas que preocupan
Más de 102 mil mujeres (58,9%) y 71 mil hombres (41,1%) padecen enfermedades cognitivas solo en la capital del país. Según las estadísticas del DANE, las niñas están en más alto índice de enfermedades que los niños, debido a complicaciones del sistema nervioso central.

Trastornos de Cuidado

Torpeza de movimientos: Son movimientos pobres y dificultad en su realización. Paratonía: El niño no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria; incluso en vez de relajarlos, los contrae exageradamente. Este rasgo es el más característico de este trastorno.

Sincinesias: Son movimientos que se realizan de forma involuntaria al contraerse un grupo muscular: mientras el niño escribe, saca la punta de la lengua o mueve alguna otra extremidad de manera involuntaria. Tiene que ver con una cierta inmadurez sobre el control del tono.

Inestabilidad motriz: El niño con inestabilidad motriz es incapaz de inhibir sus movimientos, así como la emotividad que va ligada a éstos. Es incapaz de mantener un esfuerzo de forma constante; se muestra muy disperso. Suele tratarse de un niño problemático y mal adaptado escolarmente.

Inhibición Motriz: El niño inhibido motrizmente suele mostrarse tenso y pasivo. Muestra como un temor a la relación con el otro, a la desaprobación, y ello le hace "no hacer", "inhibir" lo que serían los amplios movimientos corporales que le harían ser demasiado "visible".

Apraxia: El niño que presenta una apraxia conoce el movimiento que ha de hacer, pero no es capaz de realizarlo correctamente. Se trata de un trastorno motor y neurológico.

Trastornos Cognitivos:
Existe una gran cantidad de trastornos del desarrollo cognitivo, los cuales se pueden manifestar tanto en la primera infancia como en una etapa posterior, abordaremos los más frecuentes.

Trastornos Fóbicos: El niño "con fobias" siente un miedo irracional y desproporcionado respecto a un objeto o situación real que se lo provoca; él lo vive como una "auténtica" amenaza, de ahí la angustia y el pánico que le suscita. Como resultado de ello, intenta "evitar sistemáticamente" esa situación: es, en ese momento, cuando la situación de miedo pasa a ser fóbica (esa es su estrategia, "evitar"). Aunque el niño reconoce que ese miedo que siente es excesivo, no puede controlar su reacción. El grado de incapacitación que ese miedo provoca en el niño es lo que marcará la gravedad de ese trastorno fóbico.

Fobia escolar:
Es el tipo de fobia más frecuente en niños. Suele reaccionar mediante molestias físicas tales como cefaleas, dolores abdominales, incluso vómitos, con el fin de evitar la asistencia a la escuela. Suele suplicar a los padres que no le lleven a la escuela, que acudirá sin falta más tarde o al día siguiente; pero se repite la misma situación. En el momento de la crisis, el niño no razona ante nada.

Depresión:
Si aparece de forma clara, el niño se muestra: apático, sin interés por cosas que antes le atraían, triste sin causa aparente, su capacidad de disfrute (de encontrar placer) está disminuida con ansiedad y agitación, muy irritable, con el sueño alterado (insomnio por la noche y, a veces, hipersomnia durante el día), muy fatigado, sin energía (sobre todo, por la mañana), se alteran sus hábitos alimenticios (generalmente, hay pérdida del apetito, pero también se da el caso opuesto), con dificultades de concentración, afectándose su rendimiento escolar, en su pensamiento está muy presente el tema de la muerte, puede manifestar frases negativas sobre sí mismo.

Psicosis Infantil:
El niño psicótico se comporta, permanentemente, de forma "estrafalaria" y desconcertante. Las conductas propias de una psicosis pueden describirse como: Aislamiento, presenta una clara falta de comunicación respecto al entorno, se observa una falta de contacto ocular, hay ausencia de sonrisa, ausencia del miedo frente a personas o situaciones extrañas. Rechaza, generalmente, el contacto físico. Retraso en el control de los esfínteres.

Esquizofrenia infantil:
El niño presenta la pérdida de juicio crítico de la realidad es decir la incapacidad para diferenciar lo real de lo ilusorio. Se presentan alucinaciones, ensalada de palabras, distorsiones cognitivas.

Estrés Infantil:
Es una respuesta a cualquier situación o factor que crea un cambio emocional o físico negativo o cambios de los dos tipos (la situación más típica). El estrés puede afectar la manera en que los niños piensan, actúan y sienten. En la mayoría de los casos, el estrés experimentado por un niño puede parecer insignificante para los adultos, pero como los niños tienen pocas experiencias previas de las cuales aprender, incluso las situaciones que exigen cambios pequeños pueden tener un impacto enorme en los sentimientos de seguridad y confianza del niño.

Retraso específico del lenguaje:
Es un trastorno específico del desarrollo en el que la comprensión del lenguaje por parte del niño es inferior al nivel adecuado a su edad mental. Suele ser relativamente frecuente que en este tipo de retrasos exista un deterioro notable de la expresión del lenguaje, así como alteraciones en la pronunciación de los fonemas. Por regla general son niños que inician el lenguaje a una edad tardía, en torno a los 3 años.

Tartamudez:
La tartamudez, también llamada balbuceo o habla no fluida, es un trastorno del habla. Es diferente de la repetición normal de palabras que los niños pueden exhibir cuando están aprendiendo a hablar. La tartamudez normal del desarrollo puede aparecer cuando el niño tiene entre 18 meses y 5 años de edad, y puede consistir en la repetición de palabras o frases, la pronunciación incorrecta u omisión de palabras o sonidos y el uso de algunas palabras difíciles de reconocer. La tartamudez verdadera puede presentarse en un niño que padece determinados problemas del habla, propios del desarrollo normal, a quien se lo presiona para que hable mejor. El niño se vuelve entonces consciente de su desempeño y se esfuerza por hablar mejor, lo que en realidad empeora su forma de hablar.

¿Sobreprotección, o independencia?



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La sobreprotección es una conducta obsesiva de los padres hacia los hijos, que en lugar de ayudarles, les ocasiona dificultades en su personalidad, como el miedo a ser independientes, y a tener que enfrentar situaciones de riesgo o de dolor. Por ello los padres deben saber hasta qué punto pueden influenciar en ellos; cuándo les deben prestar ayuda, y cuándo los deben dejar tomar sus propias decisiones, y enfrentarse a los retos del mundo, con el riesgo que ésto conlleva.


Para los especialistas, un niño sobreprotegido es tímido, inseguro, ansioso, busca la protección de quienes lo rodean, llora intensamente, es nervioso y tiende a aislarse, porque para él es difícil relacionarse con otros niños de su misma edad; pocas veces asume la responsabilidad de sus actos, porque está acostumbrado a que sus padres lo hagan por él, y como si fuera poco, carece de defensas inmunológicas, lo que le puede provocar además, serios impactos físicos. Sin embargo, el colegio juega un papel muy importante, porque es allí donde adquiere confianza para enfrentarse a la vida.

De acuerdo con la pediatra Lina María Orozco, los padres sobreprotectores limitan la exploración del mundo de su hijo, transmitiéndole inseguridades. “Durante la adolescencia, debido a su frustración, se vuelven rebeldes. Y al llegar a la adultez, como una forma de esconder de los demás el temor a lo inesperado, enfrentan sus frustraciones con mal carácter. Según ella, en las relaciones de pareja son celosos, y en el campo laboral, el temor y la inseguridad a ser criticados, los perjudica en su desempeño”.

“Por eso es necesario que desde niños, ellos mismos exploren su ambiente, para que aprendan a ser seguros, y se les debe permitir interactuar con el mundo que los rodea, e estimularlos para que investiguen”.

Fomentar la independencia

La especialista también recomienda que “Los padres deben encontrar el equilibrio entre brindar a sus hijos una mayor capacidad para valerse por sí mismos, y un control para evitar los peligros que los acechan, sin imponerles sus opiniones, y permitiéndoles mostrar sus puntos de vista, incluso aunque sean contrarios a los suyos”.

“La libertad se les debe otorgar poco a poco, de acuerdo con su grado de madurez y de responsabilidad, siempre que demuestren ser merecedores de esa independencia. La clave está en analizar las circunstancias, las razones y las consecuencias”, concluye la doctora Orozco.

Recomendaciones para fomentarles desde pequeños, la independencia

• Motivarlos y enseñarles a realizar las cosas por sí mismos.
• Permitirles que elijan su ropa.
• Exigirles colaboración en las tareas del hogar
• Pedirles ideas para solucionar los problemas.
• Dejarlos cometer errores y tener frustraciones
• Permitirles interactuar con sus amigos y otros familiares, fuera del ambiente familiar.
• Motivarlos a realizar actividades desconocidas para ellos.
• Dedicarles tiempo para que desarrollen destrezas motoras como los deportes, la gimnasia, y el baile.
• Dejarlos que solucionen los problemas con sus amigos por sí solos.
• Enfrentarlos a la naturaleza sin ayuda externas, como las comodidades y la tecnología.
• Enseñarles a que tomen iniciativas y enfrenten las consecuencias.



sábado, 19 de junio de 2010

El problema del mal en psicoanálisis




Jesús María Dapena Botero (Desde España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

En el libro compilado por Martín Böhmer, Rodolfo Moguillansky y Rogelio Rimoldi, “¿Por qué el mal?”, este último autor trabaja un capítulo que titula: El mal ¿en el diván? ¿Qué puede decir un psicoanalista respecto a las múltiples causas del mal?, el doctor Rogelio Rimoldi nos enfrenta con eso que André Malraux llamó esa región crucial del alma, adonde el mal absoluto se opone a la fraternidad.

Nos enfrenta con un problema complicado, el cual requiere de un abordaje interdisciplinario, dado que su complejidad no admite reduccionismos, y dentro de esas disciplinas, de una manera ineludible hay que convocar al psicoanálisis, en tanto y en cuanto, éste aporta una perspectiva, con toda una serie de hipótesis, que tampoco puede proponer una mirada totalizadora sobre ese escabroso e incómodo asunto.

Se trata de una materia indudable que está determinada por toda una serie de fenómenos sociales, históricos, personales, contra cuyo fondo se destacan figuras como las de los asesinatos, los homicidios, las violaciones de toda índole, los genocidios… en fin, toda una gama de actos siniestros e ignominiosos, como para ser destacados en una historia universal de la infamia, cometidos por esos hombres, a los que comúnmente llamamos como “malos”, a quienes Michel Foucault denominó hombres infames, esos hombres, cuyas vidas, a la manera de Pierre Rivière, asesino de su madre, su hermana y su hermano, tanto le fascinaban.

Bien sabemos que el pretender que haya un único objeto de conocimiento no es más que una ilusión, buscadora de una unificación del conocimiento, desde enfoques, ángulos y disciplinas complementarias para tratar de imponernos un pensamiento único a los últimos hombres, antes de que se dé un supuesto y anhelado fin de la historia.

Más bien, habría que tener en consideración que cada campo disciplinario tiene una autonomía epistemológica con respecto a los restantes, de tal forma que así construye su propio objeto del conocimiento, de tal modo que, términos, compartidos entre las distintas disciplinas, adquieren significados diferentes en los diversos contextos que les son propios.

Así, no es lo mismo el mal para el derecho, para el juez a la hora de dictar la sentencia, al determinar responsabilidades, culpas y eventuales condenas, que para el psicoanálisis, que no se propone establecer juicios de valor sino captar el orden de las motivaciones inconscientes del obrar desordenado con respecto a la norma y los grandes tabúes de la cultura humana.

Ya de hecho, como lo cita Rafael Paz, en su texto de psicopatología, W. R. Bion nos decía que los psicoanalistas nos ocupamos de la misma gente que la policía pero… desde un vértice diferente.

Sin embargo, la heterogeneidad de las disciplinas no nos exime del diálogo ni del trabajo conjunto y lo que hace es ubicarnos ante una problemática similar, que hemos de captar desde distintos puntos de vista. El desafío de la interdisciplinariedad consiste en lograr el debido respeto y tolerancia de las diferencias, de la alteridad de nuestros saberes, certezas y legalidades, en la relación con un otro.

Pretender, desde una perspectiva empírico-positivista que las ciencias sociales abandonen su metodología, en busca de una común a todas las ciencias, para los sociólogos argentinos Atilio Borón y Eduardo Grüner, en este momento de la historia, resulta tan insostenible como la teoría geocéntrica de Ptolomeo, ya que la producción de evidencias permite toda una multiplicidad de procedimientos, cuya rigurosidad y precisión se construyen desde otras premisas, sin necesidad de recurrir a la pura prueba empírica; aún para Grüner es irrespetuoso el uso peyorativo del término teológico, ya que en la tradición de la historia del pensamiento universal, la teología ha tenido un papel importante, entre otras cosas en el análisis del problema del mal, de tal forma que la teología y la teodicea, deberían ser formas del pensamiento, que habrían de ser convocadas a los equipos interdisciplinarios, donde se trata el asunto de lo bueno y lo malo.

El psicoanálisis, al pretender acercarse al problema del mal, se encuentra con un obstáculo, el de la fenomenología misma del mal, para algunos, más una cuestión de raigambre social que el psicoanálisis, el cual se iniciara con la escucha individual, uno por uno, de los sujetos que acudían al diván de Freud, aunque hemos de tener en cuenta que al lado de este Freud hay otro sociológico, que es quien escribe sobre la moral sexual cultural y la nerviosidad moderna, los tótems y los tabúes, la relación entre el individuo, los líderes y las masas, las religiones y el malestar en la cultura, lo que a permitido a analistas como Isidoro Berenstein y Janine Puget hablar de otros espacios del psiquismo humano, que no se reducen al ámbito de lo intrasubjetivo, sino que analizan los vínculos entre los sujetos y de éstos con la cultura, los espacios intersubjetivos y transubjetivos, que ellos incluyen como categorías de su pensamiento.

El psicoanalista riguroso plantea sus hipótesis a partir de hechos clínicos, de su experiencia al lado de los pacientes y analizantes, con el fin de no trasponer ni confundir niveles fenomenológicos y de significación.

Para él, el mal estaría encarnado en los delincuentes, en los criminales, en los perversos o en los psicópatas graves, que no suelen frecuentar demasiado nuestros consultorios, dada su falta de egodistonía y de cuestionamiento sobre sí mismos, fundamentales para la búsqueda de una terapéutica.

Tendríamos que recurrir al psicoanálisis aplicado y acudir a una figura paradigmática del mal, como lo es el Ricardo III de William Shakespeare, quien resentido por su deformidad, se carga de envidia, la cual hace al invierno de su descontento y lo lleva a actuaciones egosintónicas, con el fin de aplacar esta primitiva emoción, con la pretensión de dañar el bien codiciado en los otros, fuentes de su malestar.

Egodistonía, malestar con sus fenómenos psíquicos, que posiblemente no encontraríamos, si ese rey como nos consultara como analizante posible e hipotético, salvo en el momento en que lo consume el insomnio, antes de la batalla final, cuando sí está atormentado por los fantasmas de sus víctimas, a la manera de Lady Macbeth y emerge lo distónico en él.

Con horror y piedad, como los espectadores de la tragedia griega, enfrente el algunas entrevistas la de un joven colombiano, a quien atendí remitido de una clínica para adictos, donde estaba internado, cuando yo aún vivía en nuestro país: era un muchacho de escasos dieciocho años, quien había sido lanzado a la calle, por una familia cruel, que lo desatendiera tras la muerte de sus padres y ante una rebeldía de desgaste, en la que se había metido con los nuevos parientes, de tal suerte que del campo emigraría a la ciudad para convertirse en un niño de la calle. Al despuntar la adolescencia, fue acogido por una banda de autodefensas, para enrolarlo en su organización paramilitar, donde sería entrenado para el descuartizar a otros seres humanos, que no pensaran como ellos, con una motosierra. Ahora el chico, no cesaba de ver los miembros amputados de sus víctimas que veía volar por el aire, en una horripilante visión en un sujeto que no conocía de nada la obra shakespeariana. En las entrevistas, me mantenía con el corazón en la mano, las que se constituían en una horrorosa experiencia de espanto y miedo, pero en las que no me atrevía a juzgar a aquel joven, casi apenas un crío, al preguntarme que grados de libertad había en ese ejercicio de la crueldad, sin ignorar que el muchacho se había constituido en un transgresor violento de la ley, en un universo donde atropellos de este tipo se hacen parte del escenario nacional.

Además los psicoanalistas tenemos que enfrentarnos, con demasiada frecuencia con la huellas del mal, a través de las víctimas, tanto de la violencia individual, como de la violencia política y social, como bien nos lo han demostrado Janine Puget y René Käes, de ahí que estemos en todo nuestro derecho a ser convocados a un trabajo interdisciplinario sobre el asunto del mal, por radical que éste sea.

Para hablar acerca de este tema, tendríamos que recurrir al uso común del adjetivo malo, el cual se refiere a todo aquello que ocasiona efectos dañinos a otros, en diferentes grados, que podrían ir de faltas leves o veniales, a graves, mortales para los cristianos y de lesa humanidad para los defensores de los Derechos Humanos, según el alcance que tengan.

Bien sabemos que los códigos penales contemplan los grados de la maldad que hay en faltas de esta naturaleza, pero no sólo desde criterios cuantitativos sino cualitativos.

De ahí que no sea igual un asesinato, cometido en el ámbito de lo individual, condenable de todas maneras, a un genocidio y otros crímenes de lesa humanidad, planeados de una forma tecnificada, sistemática y masiva, muchas veces excusados bajo la consigna del monopolio de la violencia por el Estado o de sus aliados los paramilitares, convalidadados por una ética y una política estatales, ya que no es lo mismo matar desde el Poder que otorga una legalidad, que merecería todo un cuestionamiento en la línea de una crítica de la Razón práctica, como aquello que Immanuel Kant instituyó como el mal radical.

Ello nos enfrenta con el relativismo que trata de instaurarse en el campo de la ética, con base en determinantes culturales o históricas, bajo el presupuesto que lo que es malo para algunas comunidades puede ser neutral o incluso bueno para otras, lo cual choca con la búsqueda afanosa y perentoria de imperativos categóricos y valoraciones universales, en un contexto mundial que nos acosa y cuestiona con esos fenómenos violentos, ejecutados por hombres que más parecieran brotar del Estado de Naturaleza hobbesiano, en tanto y en cuanto, continúan siendo lobos para el hombre, amparados por la ratificación del hecho de que la Ley del Monarca ha de ser tan cruel, como sea posible para atemorizar a aquellos que la transgredan, de tal manera que puestos en la picota, sirvan de escarnio al resto de la población, donde ha de quedar inscrito el terror a la transgresión para hacer con ello individuos y masas más dóciles, como ha sucedido en el transcurso de la genealogía de la moral, como bien nos lo mostrara un Nietzsche, que Foucault ampliara, con su mirada, no sólo filosófica sino histórica, en textos tan importantes como el de Vigilar y castigar.

Pero para el estudio del mal, no bastaría quedarnos en un análisis de lo adjetivado sino que habríamos de ir al substantivo mismo, para enfrentar el concepto del mal, término que tiene toda una resonancia teológica, así lo que pretendamos hacer sea una ontología, de un problema que resulta ser de difícil abordaje para los científicos, ya que el asunto requiere de una semántica especial y distinta.

Rogelio Rimoldi considera que para la reflexión psicoanalítica, los seguidores de Freud debemos tener en mente no sólo los casos de genocidio y crímenes de lesa humanidad, del tipo de lo ocurrido en Auschwitz sino todas aquellas conductas que dañan, material o simbólicamente a un semejante.

Para ello, nos remite a Paul Ricœur, quien nos muestra que incluimos en un mismo término, fenómenos muy diversos como los de:

Mal moral, del lado del pecado o de la comisión de faltas contra otro, de parte de un agente dañino contra su semejante, al que hace sufrir sin piedad.

Sufrimiento, padecimiento, enfermedad, del lado de la víctima, cuya causa principal suele ser la violencia ejercida por el otro.

Son fenómenos que se oponen al ideal de solidaridad.

Nos inquieta también el tema de la motivación de estas conductas, las cuales tienen efectos deletéreos sobre los demás.

Para Umberto Eco, la dimensión ética comienza cuando entran en juego los otros, ya que leyes morales o jurídicas intentan regular siempre las relaciones entre los sujetos, incluyendo las relaciones con el Amo o con el Poder establecido.

Los males radicales serían aquellos que exceden los marcos permitidos, que se ubican más allá de lo previsible, de lo comprensible, de lo respresentable, de lo nombrable, de lo pensable, a la manera de lo que se hizo en los campos de concentración nazis, cuya existencia rompió para siempre la tradición, de tal forma que la cultura, después de Auschwitz, ya no ha de ser jamás la misma.

Para hacer un aporte psicoanalítico, al problema de intentar explicar o comprender el mal habría que preguntarse por el origen y el desarrollo de las categorías de bueno y malo en el interior del sujeto humano.

El mal tiene un estatus teórico para que el psicoanalista piense y trabaje y así poder acceder a sus múltiples determinaciones tanto en el sujeto individual como en el colectivo social.

Para Freud, en el principio estaría el principio del placer y del dolor, de tal forma que, para el bebé, malo sería todo aquello que atente contra la satisfacción pulsional, contra el yo del placer absoluto, ya que malo sería todo lo frustrante, todo lo algógeno, todo lo generador de dolor, por lo cual se lo considera ajeno al yo del sujeto y suele proyectarse en el mundo exterior, ya que ese yo del placer absoluto se representa a sí mismo como sede de toda la bondad, mientras lo malo estaría en lo ajeno, en los otros, como, tan bien, lo plantearan los personajes sartreanos de A puerta cerrada.

Un aspecto de la teoría freudiana que Melanie Klein retomaría para postular su tesis de la posición esquizoparanoide y los modos narcisistas de relación de objeto, que dan lugar a fenómenos psicopatológicos, en los que prevalece el mecanismo de la proyección, como el pensamiento autorreferencial o las ideas de perjuicio, ocasionados por la intervención de objetos malos colocados en la realidad exterior.

Aunque no es en esa época primigenia del bebé cuando se constituye una ética propiamente dicha, la cual viene consolidarse mucho después.

Para Sigmund Freud, esas categorías vendrían a establecerse de una manera definitiva tras el enterramiento o la represión del complejo de Edipo, con el establecimiento del ideal del yo y del superyó más maduro, que dan cuenta no sólo la internalización de la normas principales de la prohibición del incesto y de la muerte del semejante, sino de todos aquellos valores que se dan en el medio cultural, en el que el sujeto crece y se desarrolla, las cuales hacen parte de los bienes deseables y los males indeseables para el conjunto social.

La represión primaria introduciría la escisión fundamental del sujeto, con la transmutación de afectos, la cual hace que lo que sea bueno para el sistema inconsciente, la sede pulsional, pase a ser malo para el preconsciente, donde están inscritos los valores culturales, de tal forma que lo malo vendría a hacer emergencia allí donde fallan los mecanismos psíquicos destinados a su dominio y su control, como efecto de una contención agrietada o la constitución imperfecta del superyó, las cuales posibilitarían las actuaciones transgresoras, sean estas sexuales y/o agresivas.

La postulación de la pulsión de muerte y de la segunda tópica, la referida al ello, el yo y el superyó permitirían a Freud pensar el malestar en la cultura, dado el sacrificio pulsional, ese que impone la convivencia con otros seres humanos, a los que consideramos como nuestros semejantes, como los otros del vínculo social, que demandan la consolidación de una dupla conformada por mecanismos de represión y sublimación, los cuales impedirían la realización del incesto, del parricidio y el fratricidio, en concordancia con ese supuesto pacto que hicieran los hombres de la horda primitiva, tras el asesinato del padre primordial, tan ligado con el sentimiento de culpa.

Podríamos pensar, en términos kleinianos, al infans o al sujeto fijado en una psicopatología de la posición esquizoparanoide como participes de una mirada maniquea y/o paranoica del mundo, anterior a la posición depresiva, en la que los sujetos no son tan ideales, ni absolutamente buenos, ni absolutamente malos, ni tan perseguidores ni tan satánicos, aunque bien sabemos que el concepto de posición en Melanie Klein, no se considera una etapa, sino un estado al que se es posible volver siempre, en momentos de crisis individual o social, que es cuando pueden aparecer ya sea singulares patologías o ideologías fanáticas y sectarias, de cualquier tipo, en el ámbito social, que llevan a actuaciones severas como las cazas de brujas y a la constitución de chivos expiatorios dentro de un grupo.

El pasaje a la posición depresiva, bien nos lo aclara Roger Money-Kirley, vendría a ser el productor de la constitución de ética sana, en la que se tiene en cuenta la preocupación por el objeto, la responsabilización por la propia agresión y los eventuales daños que se hagan con ella, al tener en mente la importancia del semejante para la propia supervivencia.

Y es ahí cuando la envidia y el odio pasan a ser considerados como emociones malas, mientras el amor y la gratitud vendrían a hacer parte de los buenos sentimientos, cuando se comprende que el destino del Yo está intrincado con el de los objetos y que el dañarlos, finalmente, viene a ser una forma de dañarse a uno mismo, de tal forma que la lesión del objeto trae como consecuencia la emergencia del sentimiento de culpa, que hace al sujeto punible, sancionable y condenable a alguna forma de expiación o alguna forma de reparación.

De San Agustín a Rousseau se dan tesis contrapuestas en torno al origen del mal en el género humano; para el obispo de Hipona, desde una línea bíblica, el sujeto viene al mundo marcado por el pecado original; en cambio, para el ginebrino, éste nace bueno y la sociedad lo corrompe, lo cual nos pondría en un dilema severo, mayor aún frente a ese otro que nos plantea la obra freudiana de acuerdo a sus dos ubicaciones de la enfermedad, como una forma de mal, que en un principio, cuando aún Freud creía a su neurótica, pensaba que estos malestares provenían del medio externo, a través de situaciones traumáticas, propiciadas por los otros hasta cuando el padre del psicoanálisis, quien no se había planteado el problemas de la realität, se replanteara el asunto para pasar de la teoría del trauma a la del fantasma.

Rimoldi opta por concebir la fenomenología del mal como producto de una forma destructiva de narcisismo en la relación con el otro, ya sea el otro de la realidad material y efectiva, u el otro que habita en el mundo interno, como objeto internalizado, en un ataque que puede conducir a la desobjetivación de ese otro, el cual deja de ser considerado como persona, para ser reificado, cosificado y privado del derecho de gozar de su capacidad de disponer de su vida, de su cuerpo, de su sexualidad o de sus bienes, dada la voluntad narcisista de aniquilación del semejante, que es lo que hace a la violencia humana.

Melanie Klein intentará comprender esa maldad originada en el narcisismo desde esa originaria emoción que es la envidia primaria; Lacan con su concepto de goce o de un superyó cocido con ingredientes, provenientes, de Kant y Sade ; André Green lo hará desde su concepción de lo negativo.

Sin embargo el mal radical no pareciera ser un concepto muy pertinente para la metapsicología freudiana, así pudiera Freud pudiera haber tenido una aproximación a él, al postular el concepto de pulsión de muerte, la cual, bien sabemos, que se intrinca con la pulsión de vida para constituir la agresividad, en una fusión pulsional dispuesta a instrumentar al sujeto en su lucha por la existencia, ya que el mal más puro estaría determinado por la desintrincación pulsional.

Aunque la noción de mal no debería tener un lugar en la técnica psicoanalítica, donde la regla de abstinencia exige neutralidad ética al analista, quien debe limitarse a guiar el proceso, a conducir la cura en el campo dialéctico de la transferencia y la contratransferencia, las cuales deben manejarse aún en aquellos analizantes con una gran tendencia a la actuación y la transgresión, quienes presionan al analista a constituirse en jueces reprobadores u aprobantes de su conducta.

Lo único relativamente malo en los procesos psicoanalíticos es aquello del orden de la resistencia, esa que se opone a la toma de conciencia, sea de parte del analizante o del analista, de tal suerte, que lo único que originaría un cuestionamiento ético sería la violación de la regla de abstinencia, en tanto que se constituiría en uno de los mayores fenómenos resistenciales para conocer la verdad del inconsciente.

De la agresión y del odio, como expresiones defensivas o como reacciones ante la frustración, en tanto respuestas psíquicas ligadas con las pulsiones de autoconservación, podríamos decir con Konrad Lorenz, que son pretendidos males pero con la introducción, en el pensamiento freudiano, del concepto de pulsión de muerte, se piensa que hay en el psiquismo, una fuerza primaria destructiva, una detrudo, que lleva a una especie de entropía mental, que amenaza la integridad del sujeto y sus vínculos con los objetos; por ello, se habla de una fuerza que opera más allá del principio del placer, que se manifiesta de una manera ominosa, a través de la compulsión repetitiva, la cual toma, bajo Melanie Klein y sus discípulos , la forma de envidia, que aparece y reaparece en la clínica de la repetición, la alucinación y las reacciones terapéuticas negativas.

Klein parte del amor y el odio como expresiones de las pulsiones de vida y muerte, con toda una gama de emociones dentro de las que tiene un lugar privilegiado la envidia, concepto que introdujo formalmente en 1957, la cual define como un sentimiento profundamente hostil hacia el objeto, en función de su bondad; de esa manera podríamos definirla con el Catecismo Astete como pesar por el bien ajeno.

Para Klein, la envidia sería innata y congénita, como el agustiniano pecado original y ocasiona trastornos en el desarrollo del sujeto, de tal manera que esta psicoanalista se alejaría del Rousseau, que dice que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe; la cual tendría que ser menguada por el amor y la gratitud.

Bien sabemos que, para el catolicismo, el antídoto de la envidia es la caridad, recordemos que San Pablo decía a los corintios: La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. (1 Co 13, 4-8).

Los mormones resaltan que es el amor puro de Cristo y permanece para siempre.

De ahí que quien no esté en condiciones de apaciguar dicha envidia innata con el amor tendrá una tendencia a la ejecución del mal, a la manera del Ricardo III que expone los motivos de su desgracia:

Ahora el invierno de nuestro descontento se vuelve verano con este sol de York y todas las nubes que se encapotaban sobre nuestra casa están sepultadas en el hondo seno del océano. Ahora nuestras frentes están ceñidas por guirnaldas victoriosas; nuestras melladas armas, colgadas en trofeos; nuestras amenazadoras llamadas a las armas se han cambiado en alegres reuniones, nuestras temibles músicas de marcha, en danzas deliciosas. La guerra de hosco ceño ha alisado su arrugada frente y ahora, en vez de cabalgar corceles armados para amedrentar las almas de los miedosos adversarios, hace ágiles cabriolas en el cuarto de una dama a la lasciva invitación de un laúd. Pero yo, que no estoy formado de bromas juguetonas, ni hecho para cortejar a un amoroso espejo; yo, que estoy toscamente acuñado y carezco de la majestad del amor para pavonearme ante una lasciva ninfa que se contonea; yo, que estoy privado de la hermosa proporción, despojado con trampas de la buena presencia por la Naturaleza alevosa; deforme, inacabado, enviado antes de tiempo a este mundo que alienta; escasamente hecho a medias, y aun eso, tan tullido y desfigurado que los perros me ladran cuando me paro ante ellos; yo, entonces, en este tiempo de paz, débil y aflautado, no tengo placer con que matar el tiempo, si no es observar mi sombra al sol y entonar variaciones sobre mi propia deformidad. Y por tanto, puesto que no puedo mostrarme amante, para entretenerme en estos días bien hablados, estoy decidido a mostrarme un canalla, y a odiar los ociosos placeres de estos días.

W.R. Bion sobre esta base teórica postula que las grandes pasiones del ser humano son el amor, el odio y el conocimiento, love, hate y knowledge, de tal suerte que lo que hace la envidia es atacar los vínculos, vaciar de contenidos emocionales las relaciones del sujeto con sus objetos internos y externos, atacar la realidad y la verdad.

Donald Meltzer plantea el mal desde otra perspectiva al trabajar el tema de las perversiones y la perversidad cuando nos habla del outsider, ese forastero portador de la maldad, de la emulación envidiosa de los padres en coito en su mundo interno, desde el ángulo en que se ubica su ojo de mirón ,cargado de odio frente al amor, como lo estaría el de Ricardo III, carente de la majestad del amor para pavonearse ante esa lasciva ninfa que muestra sus contornos, su madre misma y así devenir en un Luzbel convertido en Lucifer, como el ángel caído de John Milton, que clama Mal, se tú mi Bien, en este pasaje de El paraíso perdido:

Así excluida pues,
toda esperanza, en vez de meditar
en nosotros, proscritos y exiliados,
contemplemos al hombre recién creado,
en el que se deleita y para quien
ha formado este Mundo. ¡Adiós entonces,
esperanza, y con ella, adiós temor,
y adiós remordimiento! Todo bien
Para mí se ha perdido; mal, sé tú
mi bien; al menos por ti compartiré
el dividido imperio con el Rey
de los Cielos, y en más de la mitad
quizás reinar consiga; como pronto
sabrán el hombre y este mundo nuevo.
Mientras hablaba así, cada arrebato
de pasión ofuscaba su semblante,
triplemente alterado por la ira,
la envidia y por la desesperación,
que su fingida faz desfiguraba,
delatándole como un impostor,
en caso de que alguien le observara.
Pues los espíritus celestes siempre
Se hallan libres de tales destemplanzas...

Los recursos del envidioso serán entonces la seducción, comprometedora en pactos corruptos, con la promesa de una especie de protección mafiosa, contra el sufrimiento y el dolor mental, un poco a la manera de la que hacen el astuto zorro, el gato y el avieso Stromboli a Pinocho, en lo que sería un claro ataque al alma infantil, a la humanidad de los niños, al ofrecerles un mundo de placer absoluto, que termina por convertirlos en burros.

Es claro, el odio de Stromboli a los niños, a esos bebés que quisiera atacar y matar en el interior del cuerpo de su madre, como aquel niño ciego, cargado de envidia hacia los videntes, que me decía en sesión:

Quiero acabar hasta con el nido de la perra.

Así estos personajes instalan un sistema de tiranía y sumisión.

Y en el caso de Pinocho, sin que el buenazo de Pepito Grillo pudiera hacer nada para proteger al pequeño títere seducido por la fama y el placer de no tener que ir a la escuela, camino de su humanización.

http://www.youtube.com/watch?v=xvYWu1ZQ1N0&feature=related

Lo que el perverso procura es constituirse en un Amo absoluto que tiende a anular la subjetividad del otro y disponer de él para su explotación, la violación de su cuerpo y de sus derechos o la destrucción absoluta, desde una canallesca posición, que opera tanto en el plano intersubjetivo como en el transubjetivo, en los sistemas totalitarios, generadores de terrorismos de Estado.

Los aviesos del zorro, el gato y Stromboli destruyen a ese primordio de superyó maduro y realista que es Pepe Grillo, para constituirse en amos sádicos dispuestos a explotar las bondades del muñeco de madera, para conducirlo a una tierra de Jauja, más allá del principio del placer, un verdadero infierno en medio del jardín de las delicias, donde más que humanizarse, habría de convertirse en un auténtico burro, en un proceso de reificación.

Otro psicoanalista, André Green retomaría el vínculo entre el narcisismo y la pulsión de muerte, en lo que él llamaría la clínica de la negatividad, el cual opera a través de la desinvestidura libidinal de los objetos, gracias a la intervención de un narcisismo de muerte, dada la función desobjetivadora de Tánatos, que destruye las características de semejante al otro, lo que lo lleva a plantearse dos formas de relación del sujeto con el mal.

Entonces se refiere al mal moral como producto de la forclusión y la desmentida, las cuales ubican todo el mal en el otro, el cual ha de eliminarse como chivo expiatorio, al ubicarlo como responsable de la maldad, de tal suerte que si se elimina, el efecto sería como acabar con el mal mismo.

Pero habría uno sin explicación, sin un por qué esclarecedor, en un universo que carece de sentido, que no posee orden alguno, que no busca fines, sino solamente el ejercicio de una voluntad de poder, para que el otro devenga sólo en objeto de sus apetencias, más que de sus deseos, puesto que el deseo sería ya algo, de suyo, mucho más civilizado y humano, menos bestial, al no aludir precisamente a esta fuerza bruta que trata de imponerse al otro.

Es por ello que Primo Levi escribiera: Auschwitz no debe ser comprendido; comprenderlo sería justificarlo, en tanto y en cuanto, ello sería relativizarlo y banalizarlo, con argumentos históricos, sociológicos, políticos o psicológicos. Sin embargo, Rimoldi retoma al Eduardo Grüner que señala que tendríamos que ver que parte de nuestro propio pensamiento, de nuestra Razón moderna hace tan posible la muerte de Dios como la existencia de Auschwitz.

Para hacerlo habría que pensar que el problema del mal está ligado al concepto de libertad, aunque esté fuertemente determinado por los mundos interno y cultural, al que el psicoanálisis podría brindar una terapéutica si se conocen las motivaciones inconscientes que restringen nuestros grados de libertad y responsabilidad.

cultural.argenpress.info/2010/06/el-problema-del-mal-en-psicoanalisis.html

lunes, 17 de mayo de 2010

Cali El ‘bullying’ va al colegio





La intimidación escolar es una asignatura más para superar en los colegios hoy. Problema mundial.
Niños que son objeto de burla porque son amanerados. Otros que son rechazados por ser muy inteligentes. Otros porque no son los más hábiles en la cancha. Niñas cuya honra es degradada en internet por no aceptar a cierto chico. Ser gordo o flaco, tímido o muy popular, feo o bonito puede ser usado en contra por otro u otros compañeros, en lo que los psicólogos llaman intimidación escolar o ‘bullying’. Este en un fenómeno mundial creciente, que ya se siente en número y en severidad al interior de los colegios de Cali y del Valle. Melisa* fue víctima de agresión continuada de sus pares desde los 9 años, en tercer grado en un colegio privado del sur de Cali. “Como la niña era alérgica, el primer síntoma fue ser apodada ‘la mocosa’”, recuerda Liliana, su mamá. Esta administradora de empresas relata que todo el salón comenzó a mirarla con asco y repulsión y que los niños que ingresaban al colegio jugaban con ella los primeros ocho días, pero después no. “La niña es muy extrovertida, pero comenzó a relegarse, en teatro o en música hacía el papel más sencillo para no notarse y de muchos eventos se marginó, por temor a que se burlaran de ella”, dice. A la madre aún le duele que la psicóloga hizo “un papel mediocre”, se limitó a “llamarles la atención” a los niños y ni siquiera consideró cambiar a Melissa de salón. “En cuarto año todo empeoró. Las niñas la criticaban por todo, por su ropa, le decían que su lonchera era ‘asquerosa’ por llevar arepa, huevo, fruta y jugo natural y no mecato o sánduches”. A raíz de ello, Melissa comenzó a no comer. Si al almuerzo servían pescado, que a ella le gusta, le decían: “qué asco” y, para sentirse aceptada, ella decía lo mismo. “Aún así salía a los descansos sola, ninguna niña quería ser su amiga y sobresalía en el estudio, pero con ese sentimiento de ser rechazada”. Al pasar a quinto, Liliana exigió acciones como condición para no cambiarla de colegio. Una nueva psicóloga se comprometió a superar la situación. “Y mi propia hija me dijo: ‘Mamá, yo no quiero que me saque del colegio porque así van a quedar felices de que lograron lo que querían; además, quiero ganarme la medalla’”. “La niña que lideraba el ‘bullying’ contra Melissa le decía que jamás iba a conseguir novio porque era muy fea, que su pelo era horrible. Un día que se cayó, se burló de ella delante de todos y el grupo la ridiculizó también. Yo exigí hablar con los papás, no me lo permitieron, pero la psicóloga sí hizo sesiones con ellos, con las dos niñas y por separado”, recuerda la madre. La niña cambió de actitud y a Melissa una psicóloga particular le ayudó a recuperar su autoestima. “Pero mi hija ya estaba marcada y cuando ganó la medalla de conocimiento académico de primaria, sí aceptó que la cambiara. Ahora está en un colegio semiprivado y la veo feliz”. ¿Qué es? “La intimidación escolar son diversas formas de maltrato y violencia intencional y continuada, sea verbal, física, sexual o relacional o por medios electrónicos –la más usada hoy– que niños o adolescentes profieren a otros”, dice la psicóloga María Clara Cuevas, profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Javeriana de Cali. La investigadora estudia el fenómeno en el Valle desde el 2002 y destaca que el agresor tiene mayor poder físico, social (popularidad) o en edad y que estas conductas se hacen con la única intención de “someter, humillar, amenazar, asustar, excluir, discriminar, ridiculizar al otro y atentan contra la dignidad del victimizado”. Y el agredido calla y padece porque entre los chicos también opera la ley del silencio por temor a una mayor intimidación y a ser tachado de ‘sapo’. Hay quienes creen que se cayó en el extremo de que desde el más leve empujón o rayón en un cuaderno es catalogado como ‘bullying’. Pero entre jóvenes todo es motivo para molestar al otro. El chico cuyo aspecto físico denota una tendencia gay o la niña sometida a burlas por internet por ser extranjera. Un caso frecuente es el del alumno sujeto de desprecio porque es aplicado. “Es el que dice: si estudio gano el año, pero me quedo sin amigos”, explica la psicóloga Gloria Hurtado, quien ha detectado que el ‘bullying’ contra las niñas ataca su honra y su sexualidad, difundiendo por internet calificativos destructivos para una adolescente. Es que la forma de agresión psicológica más común entre las menores se presenta en la transición de la niñez a la pubertad. La más popular organiza el grupo para aislar a otra y no dejar que se relacionen con ella. Entre los varones son el juego brusco y la amenaza, equivalente a retarlos a ser el más fuerte. Su punto débil es por su aspecto y fortaleza físicas. Los casos extremos no están al otro lado del mundo. Como el niño de un colegio de Cali que intentó suicidarse porque no soportaba las burlas de sus compañeros por su amaneramiento. Con este panorama, los especialistas consideran que el ‘bullying’ no es un problema que atañe sólo a los papás, los profesores o los estudiantes, sino un problema de ciudad en todo el mundo, incluido Canadá, el país con mejor calidad de vida. Por ello es una preocupación de la sociedad, materia de investigación y otra asignatura más que los involucrados deben ganar. * Nombres cambiados para proteger la identidad de la niña. Estudios
  • El 35% de los estudiantes de Jamundí, Pradera, Candelaria y Sevilla han sido objeto de alguna forma de intimidación escolar por sus compañeros.

  • En Cali, en el 2009 la problemática afectó por igual a todo tipo de instituciones educativas, registrándose hasta quince casos en colegios privados y tres en los públicos, según la Policía Metropolitana.

  • Luego de los programas de sensibilización que adelantó la Policía Metropolitana en colegios de Cali, en el segundo semestre del 2009, los casos de ‘bullying’ disminuyeron en un 70%, dice la mayor Ana Lucía Tovar, ex coordinadora del Programa de Apadrinamiento de la Policía Metropolitana de Cali para la educación en el 2009.

    Hacer daño

  • La intimidación escolar es un problema multifactorial, en el que influyen el temperamento del niño, la crianza, el entorno familiar, el ambiente escolar y el contexto social donde crece. Se infringe para causar malestar o daño, dolor, sufrimiento o incomodidad:

  • Agresión física: el puño, la patada, la zancadilla, quitarle la lonchera o el dinero para las onces, el pupitre o dañárselo; robar o esconder los objetos de uso personal como el celular o romper los cuadernos o manchar los trabajos o las tareas del victimizado.

  • Social o relacional: es excluir, dejar de lado, ignorar al otro, hacer que “no se junten con ese niño”. Una forma camuflada son las exclusiones por la personalidad. El que no es tan socialmente hábil o de ritmo más lento para aprender es rechazado hasta de los trabajos en grupo porque creen que con él van a sacar mala nota.

  • Otras formas de rechazo son expandir rumores o chismes, sobre todo por las redes sociales de internet, la modalidad que más ha cobrado fuerza últimamente.

  • Verbal: el insulto, la burla, la carcajada, el apodo que hiere, la palabra soez.

  • Sexual: alusión despectiva a una conducta sexual, género o identidad sexual.

  • ‘Ciberbullying’: utilización de todas las tecnologías de hoy, desde celulares hasta Ipods, para expandir por las redes sociales rumores, chismes y hasta las filmaciones de las intimidaciones. Mejor prevenir que castigar/b> Cuando El País llamó al Colegio Bennett para conocer su programa de prevención acerca del ‘bullying’, en él estaban realizando la campaña pedagógica ‘Stop bullyng now’. Así, los alumnos más grandes que han estado en el proyecto de capacitación y sensibilización que adelanta el Bennett hace tres años construyen herramientas que exponen a los más pequeños para prevenir esta conducta. Hacen dramatizaciones, dinámicas, talleres y filminutos (grabaciones por celular) en las que exponen la situación y así comienzan a tomar conciencia de que eso no puede pasar en el colegio y que ningún niño puede ser hostilizado por otro y por ningún motivo”, dice Piedad Holguín Santacoloma, directora del departamento de Psicología del Bennett. Las dinámicas también son orientadas a que los niños puedan hablar, avisar, denunciar y pedir ayuda para que los adultos actúen y los eduquen al respecto. El programa tiene continuidad permanente, con seguimiento psicológico y educativo a los más expuestos a ser víctimas del ‘bullying’ y a aquellos que muestran tendencia a hostilizar, para evitar la intimidación antes de que ocurra. La psicóloga Holguín aconseja que para romper la cadena de burlas, discriminaciones, exclusiones, golpes y expresiones denigrantes del ‘ciberbullying’ hay que explicarles a todos los estamentos de la institución educativa la gravedad de las consecuencias para la víctima a nivel de su escolaridad y los trastornos en su desarrollo emocional. Por eso, el plan involucra a todos los estamentos: directivos, profesores, psicólogos, estudiantes, padres de familia, personal de transporte, de mantenimiento y encargado de supervisar los recreos. Otros centros educativos de la capital del Valle del Cauca con experiencias satisfactorias para controlar la problemática han sido el Santa Librada, el Antonio José Camacho, el Inem y el Celmira Bueno, de Chiminangos. Allí se realizaron las ‘Jornadas pedagógicas de la mano con la Policía’. En esas instituciones se hizo sensibilización con toda la comunidad educativa, pero se destaca el compromiso de los rectores, quienes se apersonaron del tema, lo asumieron como propio, se capacitaron para enfrentarlo y lo superaron con excelentes resultados de convivencia. Violencias Los especialistas consultados aceptan que no hay diferencias entre colegios privados y públicos frente al ‘bullying’. “Sólo hubo un nivel superior de violencia física y algún uso de armas en colegios públicos, pero en los privados predominaba la violencia psicológica, pero no necesariamente ocurre así en todos los colegios”, aclara la psicóloga María Clara Cuevas. El fenómeno tiene sus grados de violencia. “No es lo mismo empujar al otro a que lo esperen en el parqueadero cinco compañeros, lo cojan a golpes y lo filmen y envíen los correos a los demás o que pongan a una niña en Facebook denigrando de ella”, dice la psicóloga Cuevas, quien realizó un estudio con dos mil jóvenes de colegios del Valle.
  • www.elpais.com.co/paisonline/calionline/notas/Mayo172010/3intimi.html

    viernes, 5 de marzo de 2010

    LA AMENAZA




    a donde nos lleva la amenaza en nuestras relaciones familiares y laborales y que logramos con ello....veamos que nos dice este psicologo de la habana

    tambien pueden ir a :http://www.youtube.com/watch?v=qs6sHANOeB4

    sábado, 30 de enero de 2010

    TERREMOTO EN HAITI, PSICOLOGOS PREPARADOS PARA EL DESASTRE (2):TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMATICO

    foto:www.laprensa.com.ni/.../28/internacionales/14596

    por:Javier Lopez

    El terremoto de más de 7 grados ocurrido en la hermana república de Haití a dejado tras de sí, la muerte de miles de seres humanos (a la fecha se contabilizan 150.000 personas fallecidas), así como gran cantidad de heridos y mutilados, además de esto cuantiosos daños materiales, la destrucción de viviendas, colegio, centros culturales, religiosos y hasta de organismos estatales.
    Ha sido realmente una catástrofe que ha devastado la ya de por si frágil economía de un país, que había sufrido además en años anteriores el paso de huracanes que produjeron graves inundaciones, que destruyeron la agricultura, con lo cual se convirtió en un país que dependen de la compra de alimentos a otras naciones, no hay que olvidar que también en esas inundaciones muchas personas perdieron sus viviendas y enseres.
    Pero como si estas catástrofes naturales no fueran poco, este país ha sido escenario de disputas políticas que han generado violencia, y muerte, Haití fue por muchos años gobernado por dictadores impuestos por naciones extranjeras, que la saquearon e impusieron modelos económicos que lo único que dejaron fue una nación sumida en la pobreza y la desigualdad, en donde el 80 % de su población vive con menos de un dólar al día, el desempleo superaba, antes del terremoto, el 60 %, el analfabetismo también se encuentra entre los más altos del mundo, 50%, la tasa de mortalidad infantil supera el 70% y la esperanza de vida es de 52 años.
    Algunos medios de comunicación internacional han reconocido la entereza del pueblo que en su mayoría espero con paciencia la llegada de la ayuda internacional, algunas comunidades se han organizado, repartiendo lo poco que tienen, otros con las uñas han logrado el rescate de personas de las edificaciones derrumbadas, limpiando las calles de escombros y ejerciendo vigilancia para evitar actos de violencia contra las mujeres, ancianos y niños, desgraciadamente así mismo no han sido pocos los hechos de violencia y saqueo.
    Frente a todas estas circunstancias el canal de televisión internacional CNN, informaba en días pasados que se podía observar a algunos ciudadanos que deambulaban por las calles, al parecer con desequilibrios mentales, mientras un residente confirmaba que se veía un aumento en el número de personas con este tipo de trastornos.
    La verdad es que el pueblo haitiano ha tenido que afrontar durante años difíciles situaciones ya aquí mencionadas, que parecieran llegar a su punto máximo con el terremoto, es aquí donde llegamos a nuestro tema central, el:
    TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMATICO
    Este es un trastorno psicológico, denominado por sus siglas TEPT, clasificado dentro del grupo de los trastornos de ansiedad que se da como consecuencia por la exposición de las personas o persona a algún tipo de evento traumático que generan daños físicos, es una reacción emocional a un trauma psicológico extremo, el factor estresante puede involucrar la muerte de personas, amenaza a la vida de pacientes, graves daños físicos, o cualquier otro tipo de amenazas a la integridad física o psicológica, a un grado tal que las defensas mentales de las personas no pueden asimilarlo, en algunas ocasiones, este estrés postraumático puede darse por un trauma emocional y no necesariamente algún daño físico , aunque por lo general involucra a ambos factores combinados.
    El TEPT puede o no desarrollarse en una persona que ha estado expuesta a un acontecimiento traumático dependiendo de factores o predisposiciones individuales ( vulnerabilidad) y de la naturaleza del evento traumático , a mas traumático el hecho acaecido , mayor es la probabilidad que se origine, y a menos vulnerabilidad individual previa menos probabilidad de que se genere.
    Las personas con este tipo de vivencias suelen sentirse culpables si sobrevivieron a una situación en que otros murieron, la madre que se salvo pero no pudo sacar a su hijo, estas personas evitan hablar del hecho, incluso el hablarlo puede llevar a conflictos, en algunos casos graves se dan alucinaciones auditiva (escucha al hijo pedirle que le ayude) y paranoias.
    Cuando el suceso es de carácter interpersonal como abusos sexuales, pueden aparecer comportamientos autodestructivos, quejas físicas (dolores), sentimientos de vergüenza, comúnmente suele decirse, “aquella persona es incapaz de superar el trauma".
    Algunos de los factores que contribuyen al desarrollo estarían:
    La duración del evento
    La extensión en que el evento puede afectar la vida intima, a si como personal de quien se ve afectado.
    El grado de vulnerabilidad ante la maldad humana, esto en casos donde los eventos son provocados por la intervención humana y no por un evento de carácter natural.
    La prevalencia del TEPT tiene una relación directa con el grado de exposición a eventos estresantes traumáticos, en el caso concreto de Haití, en donde tenemos como hecho reciente el terremoto, sin pasar por alto los huracanes que afectaron al país en años anteriores, pero además sumado a ello la acción directa del hombre con la violencia política que ha sido permanente en la historia del país, en todas estas condiciones las personas pertenecientes a grupos afectados pueden presentar TEPT en porcentajes no inferiores al 20 %.
    Para la realización del diagnostico del trastorno de estrés postraumático, se tiene como base los criterios expuestos en la cuarta edición del MANUAL DIAGNOSTICO Y ESTADISTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES, DSM-IV-TR (Asociación Americana de Psiquiatría), entre estos tenemos:
    La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que se ha presentado lo siguiente:
    1. la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno o más acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás
    2. la persona ha respondido con temor, desesperanza u horror intensos. En los niños estas respuestas pueden expresarse mediante comportamientos desestructurados o agitados
    2. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una o más de las siguientes formas:
    1. recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma
    2. sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento. En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible
    3. el individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo. Se incluyen la sensación de revivir la experiencia, ilusiones, alucinaciones y flashbacks. Los niños pequeños pueden reescenificar el acontecimiento traumático específico
    4. malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
    5. respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
    3. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo, tal y como indican tres o más de los siguientes síntomas:
    1. esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático
    2. esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma
    3. incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
    4. reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas
    5. sensación de desapego o enajenación frente a los demás
    6. restricción de la vida afectiva
    7. sensación de un futuro desolador, pesimismo
    4. Síntomas persistentes de aumento de la activación, tal y como indican dos o más de los siguientes síntomas:
    1. insomnio de conciliación o de mantenimiento
    2. irritabilidad
    3. dificultades para concentrarse
    4. hipervigilancia
    5. sobresaltos
    El tiempo mínimo de evolución de los síntomas de es un mes. Las alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. El trastorno es agudo si los síntomas persisten menos de tres meses. Su prolongación hará que se considere crónico. En los casos en los cuales los síntomas se inician después de seis meses de padecido el evento traumático, se considerará de inicio demorado.
    Objetivos concretos del tratamiento del TEPT
    Dirigidos específicamente a:
    Disminuir los síntomas.
    Prevenir complicaciones crónicas.
    Rehabilitación social y ocupacional.
    El tratamiento incluye diversas modalidades psicoterapéuticas individuales, entre las cuales podemos destacar la cognitivo-comportamental; también son de gran utilidad las terapias de grupo y de familia, y los grupos de autoayuda.
    El manejo farmacológico dependerá de los síntomas predominantes. Entre los medicamentos utilizados se cuentan los antidepresivos, ansiolíticos y estabilizadores del ánimo, entre otros. En algunas oportunidades pueden utilizarse los antipsicóticos atípicos.
    Los tratamientos empíricamente avalados por el DSM IV (APA) en la categoría de bien establecidos son los siguientes:
    1: Tratamiento de exposición.
    2: Entrenamiento en inoculación del estrés.
    3: Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares
    NICE (National Institute for Clinical Excelence, 2005) confirma los anteriores y añade:
    4: Terapia cognitiva centrada en el trauma.
    Como se puede observar al trabajo de llevar comida, agua, atención medica, medicinas, así como la reconstrucción de edificaciones, se debe sumar el trabajo psicológico con los afectados, logrando con ello una mejor salud mental tan importante como la salud física, para el futuro porvenir de este martirizado, pero valiente pueblo hermano.
    bibliografia consultada: www.wikipedia.orghref="http:// www.wikipedia.org">